En junio de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en su gobierno no se le espía a nadie y que existe plena libertad de expresión y de crítica.
15 meses después, organizaciones de derechos humanos y periodistas, aseguraron que el gobierno federal sigue espiando por medio del software pegasus, denunciado durante el sexenio pasado, como un instrumento para espiar a comunicadores, activistas y opositores.
Artículo 19, la Red en Defensa de los Derechos Digitales, y The Citizen Lab de la Universidad de Toronto, encontraron que en la actual administración hay un operador de pegasus en activo y que hay tres casos confirmados de espionaje a personas que luchan contra la violación de derechos humanos cometidos por el ejército.
Las organizaciones sociales denunciaron que los casos de espionaje se realizaron entre los años 2019 y 2021, lo que prueba que en este sexenio sí se espía.
Políticos de oposición denunciaron que el gobierno federal sigue espiando a sus opositores, no sólo activistas de derechos humanos o periodistas, sino también a feministas… a todos aquellos que les parezca un obstáculo.
También conocido que al Ejército también se le espía, Guacamaya mostró lo que todos sospechábamos, no hay un combate real a la corrupción y no sólo me refiero a dinero, sino a trampas de gobierno.
México es una línea de teléfono abierta y una computadora sin contraseña, aun sabiéndolo, nuestros actores políticos siguen hablando de sus tranzas sin temer nada.
El verdadero problema de nuestro país no es el espionaje, es la impunidad que se padece, donde, aunque te oigan, vean o fotografíen, no pasada nada.
@agsarubbi
