Por Guillermo Pimentel Balderas
Dicen, no me crea, que la orden para evitar a toda costa que Sandra Cuevas, haga libremente campaña en la ciudad de México, principalmente en alcaldías de color guinda no es de Marti Batres; no es de los alcaldes morenistas; no es de los dirigentes de Morena, nacional y de la ciudad de México No, No, dicen que viene directamente de la dueña del dizque bastón de mandoBueno eso dicen los que saben, aunque la venganza no cabe. Pero, todavía ¡#EsClaudia! recuerda como Sandra Cuevas le hizo la vida de cuadritos, más en sus últimos días de mandato en la Regencia de la ciudad capitalina.
“Extranjera contra policía.- Se comenta que entre los guindas la guerra está entre Clara Brugada (López Obrador) y Omar García Harfuch (Claudia Shembaum), en la imposición de candidata o candidato para la Jefatura de Gobierno en la ciudad capital. Quien gane, de seguro, sabremos quien lleva en definitiva el dichoso bastón de mando. ¿Sera?
Bueno, la señora Cuevas pudo hacer por fin proselitismo en las alcaldías Iztacalco y Venustiano Carranza de color guinda y, en Azcapotzalco (oposición). En la primera, desgobierna Armando Quintero, y en la Venustiano Carranza (¿?), luego de que se frustraron sus visitas en Iztapalapa (Central de Abastos) todavía gobernada (por debajo del agua) por Clara Brugada (aunque haya solicitado permiso) y, en la Gustavo A. Madero, lo que le valió a Francisco Chíguil (solicito licencia como alcalde) para coordinar la campaña de la extranjera rumbo al proceso interno morenista.
Por cierto, Quintero, logró, con presupuesto público organizar un evento para promover la imagen de Omar García Harfuch, consentido de Shembaum. La reunión fue el lunes 9 de octubre en el salón Los Espejos del Centro Social y Deportivo Coyuya, que se encuentra bajo la Dirección General de Desarrollo Social de Iztacalco.
Pero, por ley, está prohibido que los funcionarios públicos dispongan de recursos del pueblo para beneficiar a un candidato, precandidato o aspirante a un cargo gubernativo. Entonces, a Quintero le valió y, como es costumbre en los guindas, violó el artículo 134 constitucional que señala: Los servidores públicos de la Federación, las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos.
Ante el desgobierno de Quintero, se asegura que Morena podría perder la alcaldía, si es que no la puede recuperar Pablo Trejo (Yo aspiro) o la advenediza Elizabeth Mateos (ahora Verde), pues, cada vez están más fuertes los dizque independientes, como Daniel Ordoñez (¡Ahora Sí!) y Carlos Estrada Meráz (otro peregrino), porque la oposición ¡ni sus luces! Por cierto, de que hay infiltrados los hay en todas partes y más porque hay que obedecer al bastón de mando.
Por lo pronto, la propaganda morenista que distribuyen los ciervos de la nación y jóvenes construyendo el futuro o ninis, en la ciudad de México, ¡se va a la basura callejera!
Otras fichas
La (aún) priista Cynthia López Castro, diputada federal, y aspirante al hueso grande del poder capitalino entró a la Central de Abasto para hacer campaña sin ningún problema (hasta la acompaño Marcela Villegas Silva) y aprovecho para arremeter contra la incómoda Sandra.
En fin, hay tanto panistas como priistas que cambiaron de piel por unidad, dicen, y, sin la más mínima vergüenza o cinismo y, al parecer, se murmura que, posiblemente o se doblegaron, o se sometieron o, a lo mejor, se vendieron. ¿Qué creer? ¿Traidores o convenencieros?
Pregunta mi abuelita: ¿Por qué los pejistas son tan ignorantes y altaneros?
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