Andrés Manuel López Obrador ya no aguanta más, necesita ser abrazado por sus seguidores y él necesita mostrar que sigue teniendo el mismo jale que antes.
No hay nada peor que le haya pasado al líder de la Cuarta Transformación que la de administrar a un país. El cargo de Presidente no le gusta, no le acomoda, no le hace feliz.
De ahí que busque cualquier oportunidad para que la gente lo recuerde cuando más éxito tuvo, como eterno candidato de oposición.
López Obrador convocó para este miércoles 1ero de diciembre a un mitin por sus tres años de gobierno. Él mismo lo reconoció, quiere que sea como los de antes, cuando su figura llenaba el Zócalo.
El Presidente quiere que la plancha esté llena como cuando se protestó por su desafuero o cuando su movimiento ganó la Presidencia, pero no será así.
AMLO es ahora el Presidente y como todo mandatario divide opiniones, amores y odios. Ya nada es lo mismo, el amado peje es hoy el que por una decisión puede despertar el odio.
López Obrador enfrenta hoy a desilusionados y no a opositores. Su verdadera batalla es en contra de quienes no están de acuerdo con sus políticas y que son excluidos por el mismo Presidente.
Si mitin dividirá más a los mexicanos, porque la necedad presidencial de reunirse en la plancha del zócalo solo polarizará ante una obsesión de mostrar que su movimiento es real, aunque sabremos que estará lleno de acarreados.
Este miércoles el Zócalo se llenará, están comprometidos los líderes de Morena, en ello se juegan su puesto, también tendrá que llevar gente los que hoy tienen cargos públicos, en el legislativo y en los gobiernos estatales y federal.
Será una muestra de acarreo a tres años de un gobierno que se ha desgastado y quiere recuperarse resaltando lo que fue y no volverá a ser.
@agsarubbi
