El Presidente Andrés Manuel López Obrador está dando cátedra de cómo distraer a los medios y a la opinión pública.
Aunque el mandatario quisiera tener todo el poder y ninguna crítica, López Obrador ha optado por graduarse en declaraciones incendiarias que buscar gobernar para todos los mexicanos.
El Presidente es el que mejor conoce el sistema político del país, sabe que una declaración escandalosa alejará a la opinión pública de los temas que verdaderamente nos deben de importar.
En momentos en que su hijo es descubierto de un presunto favor de una empresa petrolera de Houston, el Presidente ataca que Carlos Loret de Mola y escandaliza con rasgos de un dictador dispuesto a todo con tal de defender a su familia.
En lugar de propiciar una investigación de su propio gobierno para mostrar que no hay delitos como asegura, prefiere incendiar los medios y con ellos entretener al país.
AMLO es un experto en desviar la atención, pero eso no significa que los problemas se vayan. Los mexicanos seguimos padeciendo una crisis económica, de inseguridad y de esperanza.
México puede estar entretenido pero el costo que está pagando es muy alto.
Con la casa gris, los mexicanos perdemos la esperanza de que haya un político diferente. Durante tres décadas, AMLO prometió acabar con la corrupción y la casa de su hijo en Houston nos probó que todos los políticos son lo mismo.
¿Ahora, quién podrá ayudarnos?
@agsarubbi
