martes, 24 de diciembre de 2024.

Se pusieron a trabajar

El pasado primero de septiembre comenzó una nueva legislatura en la Cámara de Diputados. Llegaron viejos políticos para reforzar sobre todo a la oposición en la segunda mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Los nuevos diputados trabajaron para desahogar una agenda que estuvo detenida por la falta de acuerdos producto de las elecciones del 6 de junio.

Por más de un mes, los ex legisladores pararon todo. Ni siquiera se ponían de acuerdo para desaforar a dos diputados acusados uno, de violación contra menores y el otro, por enriquecimiento ilícito.

Durante agosto, el Congreso mostró que debe cambiar su forma de trabajar.

El reglamento interno del Poder Legislativo indica que se realizarán dos periodos ordinarios durante el año y deja por lo menos seis meses sin sesionar.

En ese semestre, los legisladores deben echar mano de lo que menos saben hacer, negociar.

Así durante la última legislatura, se quedaron sin aprobar dos leyes fundamentales como la ley secundaria de la Renovación de Mandato y la Ley de Juicio Político.

La oposición pidió más tiempo para analizar los casos, cómo si los leyeran y la mayoría oficialista mostró sus carencias, nulo diálogo con la oposición y cero capacidades de ceder para ganar.

Es urgente que el Poder Legislativo, lugar de representación del pueblo, modifique su forma de trabajar. La falta de diálogo no puede seguir deteniendo la democratización de México.

Basta también que el Congreso sea un trampolín para aquellos que buscan otro cargo de elección popular cuando ni siquiera ejercen el que fueron electos.

Y sobretodo, basta que el Congreso sea solamente un trámite del Presidente para sus deseos.

Hace falta trabajar en nuestras instituciones.

@agsarubbi

 

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