El Presidente Andrés Manuel López Obrador presiona hasta la amenaza porque en marzo se realice su Revocación de Mandato que le de la tranquilidad de seguir siendo apoyado.
O AMLO duda ya de su arrastre o quiere usarlo como escudo ante las elecciones presidenciales de 2024.
El Presidente se alimenta de ovaciones y ante la imposibilidad de realizar mítines multitudinarios, AMLO opta por capturar las iniciativas ciudadanas para usarlas en su favor.
En ninguna democracia, el Presidente en turno debe de llamar a su examen, son los ciudadanos quienes deben de sentar al mandatario y exigirle cuentas.
Cuando un Presidente busca la calificación de la ciudadanía es porque busca incrementar su ego, mostrar a sus enemigos que él es el Rey, que nadie lo puede vencer porque además de tener el poder, también tiene el aplauso.
A partir de este lunes 16 de agosto, el Congreso entrará en una reflexión profunda, si hacerle caso al Presidente en su necedad de realizar una consulta de Revocación de Mandato que es estéril para una régimen que no le gusta la crisis, o cede ante las pretensiones de López Obrador de llenarse gracia y del aplauso fácil.
La Revocación de Mandato no será un avance para la democracia mexicana, será un acto más de un Presidente que tiene todo el poder pero que busca nuevamente el apoyo, solo mostrará que AMLO es un candidato eterno y no un Presidente.
La Revocación de Mandato será otra distracción para un país donde la atención a la pobreza se ha dejado a un lado por actos del gran Tlatoani.
@agsarubbi