Apenas, la Secretaria del Bienestar -dependencia estrella de López Obrador-, ha entregado miles de nuevas tarjetas para que cobren su pensión adultos mayores y el apoyo a personas con discapacidad.
Con “bombo y platillos”, la titular de esta oficina -propagandística en elecciones- ha realizado eventos en varias alcaldías capitalinas guindas, con simpatizantes del partido en el poder para entregarles sus cédulas y puedan acceder a los dineros –que son los impuestos del ciudadano- en los bancos Bienestar.
Supuestamente, todo es alegría y satisfacción en estos eventos; sin embargo, la realidad rebaza estas muestras de júbilo y, como muestra de lo que es una cruel salvajada en contra de una persona de 62 años con discapacidad visual severa, permanente y grave, es que, al acudir al módulo de la Secretaría del Bienestar en el municipio, de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, simple y llanamente le dicen que “el programa existe pero se encuentra suspendido”.
Se trata de Luis Guillermo Víquez Salazar quien desde abril del año pasado ha tratado de adquirir la Pensión para el Bienestar para las Personas con Discapacidad sin que, por el momento, alguna instancia gubernamental federal o del estado de México responda a esta denuncia.
A casi un año de estar luchando por acceder a este derecho, Luis Guillermo sigue sin esta pensión y cuestiona: “¿Por qué nos rechazan de un programa que está vigente y merecemos? ¿Por qué no nos permiten recibir este beneficio si cumplimos con los requisitos?”.
Enfatiza que se ha acercado a diferentes autoridades como la CNDH, la misma Secretaría de Bienestar, a la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación y al presidente municipal Pedro Rodríguez Villegas. Sin respuesta satisfactoria. Solo, notó que la CNDH fue la única que le respondió y validó su queja al señalar que era merecedor a esta pensión y que el programa estaba vigente por lo que, no se entendía por qué no recibía la ayuda.
“Cada vez que voy al módulo de la Secretaría del Bienestar en mi municipio, verifico cómo gente mayor, algunos sin una extremidad; madres con discapacidad visual, y muchas otras personas con discapacidad se pasan horas en largas filas y afuera en el sol tratando de acceder a estos beneficios. Soy testigo de todo el esfuerzo y desánimo de la gente”, clamo.
Aclara que su discapacidad visual no es total pero sí es severa, permanente y grave. “Desde hace 4 años fui diagnosticado por el IMSS y la Secretaría de Salud con neuritis óptica que me hizo perder la capacidad visual; debido a esto, tuve que dejar de trabajar, de leer y de escribir como solía hacerlo, sin mencionar que mi situación económica es muy mala”, reclama.
En un escrito -por medio de change.org-, Luis Guillermo Víquez Salazar exige a las autoridades de la Secretaría de Bienestar, al Gobierno del Estado de México y al Presidente Municipal, Pedro Rodríguez Villegas -y a cualquier autoridad correspondiente- a que se esclarezca su situación y que, se otorgue el apoyo, no solo a él, sino también a toda la gente que lo necesita. “No podemos permitir que hagan lo que quieran con los pocos programas destinados para nosotros, un sector de la población vulnerable”, enfatiza.
Y, no se diga de los adultos mayores que se registraron en 2022 y que hasta el momento no han recibido su tarjeta si no son morenistas. ¿Solo acarreados en las alcaldías guindas? Conste, es pregunta.
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