El sector aéreo mexicano está prácticamente descontrolado por la falta de coordinación clara y total de las autoridades. Razón por la cual la industria aérea al igual que las aerolíneas, muestran una enorme preocupación por lo que sucede en este sector, debido a las decisiones tomadas, como el que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, quede bajo el control de la Marina, mientras que la Agencia Federal de Aviación Civil y el Aeropuerto “Felipe Ángeles”, estarán bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional, (SEDENA), y como colofón, el titular de la Secretaria de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal, nadie sabe dónde está, pero si cobra este gran amigo y recomendado de López.
¿DÓNDE ESTÁ EL SECRETARIO?
A punto de llamar a Locatel para ver si lo encuentran, Jorge Arganis solamente se sabe que continúa siendo el Secretario de Infraestructura, Comunicaciones, y Transportes, porque sigue en la nómina cobrando puntualmente sus quincenas, pero en la práctica y cumpliendo con sus obligaciones, no aparece. Por ello esa descoordinación existente en el sector aéreo, como no saber cuándo se resolverá la degradación en la categoría de seguridad del espacio aéreo. En este tema, la Escuela de Turismo de la Universidad Anáhuac, realizó una evaluación, detectando que las aerolíneas mexicanas han perdido NUEVE MIL MILLONES DE PESOS de ingresos por esa degradación.
Mientras que las aerolíneas mexicanas han perdido miles de millones de pesos, por la degradación en la seguridad del espacio aéreo y no poder ampliar sus rutas y vuelos a los Estados Unidos, las aerolíneas norteamericanas, han ganado millones.
REHABILITARAN TERMINAL 2 DEL BENITO JUÁREZ
Por si lo anterior no fuese suficiente para las aerolíneas, se le suma la rehabilitación de la Terminal 2 en el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez”, que se inició diciendo que había un bache, después que era un socavón y ahora que se está hundiendo, razón por la cual hay que arreglar la pista.
Pero, lo que llama mucho la atención, es que López decida que sea el gobierno de la CDMX quien se encargue de realizar la obra, surgiendo la gran duda, ¿por qué le dan la obra a Sheinbaum y no lo hace la Marina que es quien tiene a su cargo el aeropuerto o la SEDENA que ahora hace todas las obras?
Estas decisiones muestran y demuestran que existe una gran anarquía en la industria aérea, lo cual tiene como consecuencia que afecte a la economía, a las líneas aéreas, a los usuarios de este servicio, al igual que poder llevar a cabo viajes de negocios, transacciones internacionales, turismo. Todo ello continuará aconteciendo y dañando al país, mientras no se decidan a poner orden en este sector.
Gran confusión ha creado esta decisión de López dejándole la obra del “Benito Juárez” a su “corcholata” Sheinbaum, dado que ese aeropuerto, como señalamos, lo tiene a su cargo la Marina a través del Vicealmirante Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño, que obviamente le responde solamente la Secretaria de Marina.
Mientras que la Agencia Federal de Aviación Civil, en quien está la responsabilidad de que se recupere el nivel de seguridad aérea, se lo dio López al General de División Piloto Aviador Diplomado de Estado Mayor Aéreo en retiro, Carlos Antonio Rodríguez Munguía. que obvio le reporta a la Sedena.
Y en esa línea se encuentra Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), que lo dirige Ricardo Torres Muela, un ex controlador aéreo, sin que nadie le preste atención.
En ese embrollo, nadie entiende por qué tiene López que meter a Sheinbaum a hacerse cargo de la Terminal 2 del aeropuerto de la CDMX, sin tener experiencia en la aviación y el mantenimiento de una pista, como si no lo pudiera hacer, insisto, la Marina o la Sedena. Al menos que el objetivo sea darle más apoyo a Sheinbaum en su carrera hacia buscar la candidatura presidencial, buscando que se luzca con esa obra. Pero y ¿si le sale mal, sino queda a tiempo? Le pude salir contraproducente. O en eso del sospechosismo, recordamos aquello que se dice cuando hay obras: “Obra, que algo sobra”.
Agregándole también que Sheinbaum trae unos enormes pendientes en la CDMX como el Tren Sub urbano a Toluca, reanudar la Línea 12 del Metro, y se le sumara la rehabilitación de la Terminal 2. Que no se le olvide que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Recordando también que fuera del Cablebus, Sheinbaum no ha llevado a cabo ninguna obra importante en la CDMX en los 3 años 8 meses que lleva en el cargo.
El consenso que existe en esto de arreglar la pista en el “Benito Juárez”, que obviamente llevará a que se cierren actividades, tendrá como consecuencia que el AIFA cubra esos vuelos, siendo quizás solamente así, a fuerza, que tanto las aerolíneas como los pasajeros, tengan que utilizar es aeropuerto con todos los problemas que se tiene para llegar y salir de él. Problemas y más problemas insisto para usuarios y aerolíneas que repercuten en más gastos para ambos.
Ya decidieron cerrar la Terminal 2 del “Benito Juárez”, y no se sabe que harán con los vuelos que de ahí salen y llegan, dado que no podrán darse abasto en la Terminal 1, nada se sabe de cómo reestructurarán esos vuelos.
Pareciera que fuese otro Decreto presidencial para que, a chaleco, las aerolíneas tengan que usar el AIFA. Y mientras que usando las dos terminales en el “Benito Juárez”, está hoy en día saturado, al cerrar una terminal, el 50 por ciento tendrá que irse al AIFA. Olvidándose que de ese aeropuerto no se pueden hacer conexiones, escalas. Además de que le faltan vías de comunicación, para los usuarios.
Decisiones políticas, basadas en caprichos o autoritarismos, están llevando al Caos a la industria área mexicana, para la que no se vislumbra ninguna buena perspectiva tanto para la industria, como para las empresas de aviación y mucho menos para los pasajeros, los usuarios, que resultan cada día más afectados por las alzas de los precios. Mientras que quienes tienen la responsabilidad de hacer su trabajo, son autoridades inexistentes en la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones, y Transportes, y sin que la Marina tenga experiencia en administrar aeropuertos, se lo dejen, mucho menos siendo el principal y más importante aeropuerto del país, como lo es el “Benito Juárez” en la CDMX.
Por estas torpes e inexpertas decisiones, están dejando que se vaya al fracaso una de las industrias más importantes y motor de la economía en el país. Un fracaso más de López y su 4-T.
