viernes, 26 de julio de 2024.

Por qué no prenden las campañas

15 de enero de 2018
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Desde noviembre en México hay campañas. Aunque la ley reformó nuestro sistema electoral para que el periodo de campañas electorales durara solamente tres meses –de abril a junio- los partidos políticos y las autoridades electorales le dieron la vuelta a la legislación y nada se respetó.

 

Con la justificación de que son mensajes dirigidos a los militantes y simpatizantes de cada partido, Meade, López Obrador y Anaya nos obligan a ver y escuchar sus miles de anuncios por radio y televisión a diario.

 

Tan solo, en el periodo de precampaña, del 14 de diciembre al 11 de febrero, veremos en la televisión más de 7 millones de anuncios de precandidatos a los diversos cargos de elección popular. Y no hay de otra, o los vemos o los vemos.

 

Así nos echamos ya los mensajes navideños, los deseos de año nuevo y hasta una canción muy pegajosa de movimiento naranja. Nada trascendental para un país que necesita urgentemente de propuestas y debate.

 

No obstante la gran oportunidad del tiempo aire que tienen los partidos y sus precandidatos, las campañas (perdón las precampañas para que no se enojen en el INE) no han prendido, al contrario, la apatía y el rechazo han sido la constante en el inicio del proceso electoral.

 

Tan falta de conceptos han sido estos días, que los precandidatos se han estado atacando diciéndose que los van a sustituir.

 

Andrés Manuel ataca a Meade de que en el PRI están tan preocupados que en el mes de febrero cambiarían a ex Secretario de Hacienda. En el frente opositor, Ricardo Anaya no ha siquiera logrado que se recuerde su nombre y en MORENA no hay una sola novedad.

 

Las elecciones están sufriendo lo que padece el sistema político desde hace muchos años, un alejamiento de la ciudadanía. Pareciera que nuevamente los mexicanos tendremos que votar por el menos peor.

 

En México no existe una calidad en las elecciones, el INE se ha metido más en ser un policía fiscalizador que en buscar elevar la calidad de los comicios y los partidos políticos, se han conformado en mantener su pequeña base de militantes que les permita garantizar las prerrogativas que les asegura una subsistencia millonaria tres años más.

 

No nos debe de extrañar que la democracia en México no goce de simpatías. Al contrario, hay un serio rechazo al sistema político. Lo que si nos debe de preocupar es que ni el INE, ni el Tribunal ni los partidos hagan algo para remediarlo. Tal pareciera que a ellos les interesa que nada se mueva, total la regla de oro democrática es que se gana, aunque sea con un solo voto.

Pero ¿la gobernabilidad, el consenso, el bienestar social? Llevamos 12 años, dos sexenios, en donde hemos padecido un enfrentamiento de las fuerzas políticas que han hundido a México en una crisis política con un saldo muy alto: pobreza, desigualdad, inseguridad y desesperanza.

 

Ante esto todavía nos preguntamos ¿por qué no prenden las campañas? La respuesta es lógica, porque ya nadie les cree a los políticos. Es tiempo de alertarnos sobre nuestra apatía.

 

@agsarubbi

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