Para dar una solución a la transmisión del VIH, es necesaria una vacuna en contra de la exclusión y la intolerancia, advirtió el secretario de Salud, José Narro Robles.
En el marco del Día mundial del Sida, el titular de Salud nacional aseguró que se requiere la solidaridad y el respeto a los derechos humanos de las personas que viven con el virus.
“Nadie puede quedar excluido por tener esta condición, a nadie se le pueden negar sus derechos humanos por tener un padecimiento y a nadie le puede faltar la atención cuando la requiere”, aseveró al encabezar este jueves la ceremonia conmemorativa del Día Mundial de la Lucha contra Sida 2017.
De acuerdo con ONU Sida, en 2000, solo 685 mil personas que vivían con el VIH en el mundo tenían acceso al tratamiento antirretrovírico. En junio de 2017, alrededor de 20.9 millones de personas tenían acceso a esos medicamentos vitales.
“Ese aumento tan espectacular no habría sido posible sin el coraje y la determinación de las personas que viven con el VIH que exigen y reivindican sus derechos, respaldados por un liderazgo y un compromiso financiero firmes y constantes”, enfatizó el organismo internacional.
Narro Robles llamó a toda la sociedad a comprometerse éticamente para prevenir las infecciones por este virus, atender a las personas que viven con VIH y respetar sus derechos humanos. Solo en México hay 33 nuevas infecciones cada día, abundó.
Ante representantes de la sociedad civil, instituciones nacionales de salud y agencias mundiales, reconoció la labor de los grupos que trabajan en favor de la salud y de las personas que viven con VIH, ya que su trabajo al informar, trasmitir y educar, es un ejemplo de lo que se debe hacer para proteger la salud de las personas en riesgo.
Narro Robles subrayó que “nadie puede quedar excluido por tener esta condición, a nadie se le pueden negar sus derechos humanos por tener un padecimiento y a nadie le puede faltar la atención cuando la requiere”.
En su participación, la directora de CENSIDA precisó que la campaña del Día Mundial del Sida 2017, se centrará en el derecho a la salud, de ahí el lema Mi Salud, Mi Derecho, que reconoce el desafío que enfrentan quienes viven con VIH para ejercer su derecho a la salud.
Reiteró que solo se podrá poner fin al SIDA como amenaza para la salud pública si este derecho se trata como una prioridad, de modo que la atención sanitaria sea de calidad, esté disponible y sea accesible para todos sin excluir a nadie.
En su intervención, el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México, Arie Hoekman, informó que a lo largo de más de tres décadas la epidemia del VIH se trasformó de una enfermedad mortal a un padecimiento crónico, ya que quienes viven con VIH pueden tener una esperanza de vida igual a la de cualquier persona, impedir la transmisión a sus parejas y tener hijos libres del padecimiento.
Con información de Quadratín
