El Instituto Nacional Electoral informó que durante la actual campaña presidencial se realizarán tres debates entre los cuatro candidatos.
Bajo la acertada conducción del Consejero Benito Nacif, la comisión temporal de debates del INE aprobó inéditas reglas que permitirán un intercambio más constante entre los candidatos y una participación más activa de los moderadores, que en el caso del primer encuentro serán tres connotados periodistas.
El objetivo de estos debates me confió hace algunos meses el Consejero Nacif, es romper la tendencia de los monólogos, donde los candidatos no se voltean a ver por el miedo a cometer un error.
Los tres debates que se proponen para esta elección 2018 tienen su base en el debate que me tocó coordinar en enero de 2016, cuando el Tribunal Electoral ordenó repetir la elección para gobernador y que organizó el INE.
En aquel entonces y con la dirección también de Benito Nacif, se logró organizar el debate más adelantado en una muy retrógrada cultura de los debates en México.
1.- Se logró que los partidos políticos no establecieran las reglas de los debates como pasó en la elección federal de 2006, donde hasta las luces y los encuadres decidieron los equipos de campaña.
2.- El moderador en la persona del Doctor Leonardo Curzio tuvo un papel fundamental de contexto, al poder informar en cada bloque sobre las cifras más sensibles del estado en las diversas temáticas que se trataron.
3.- Antes de cada tema, se introdujo una pequeña cápsula de entrevistas con colimenses que le hacían preguntas a los diversos candidatos.
El objetivo en ese debate fue que la ciudadanía no solo fuera una espectadora en la pantalla de televisión. Las opiniones que se transmitieron se levantaron días antes y fueron escogidas por el doctor Curzio sin que los candidatos lo conocieran.
Aun así, casi todos los aspirantes decidieron leer unas cuartillas que llevaba desaprovechando el inigualable espacio para desarrollarse ante la ciudadanía.
Los debates propuestos por el INE para esta elección 2018 representan un avance pero aún falta ese espacio para que la ciudadanía se exprese.
Lejos estamos aún de aquel debate entre Hillary Clinton y Donald Trump donde un grupo de ciudadanos le hicieron preguntas a los dos candidatos y donde se dio aquella pregunta de “qué ven de bueno en su contrincante”.
Un debate debe de ser una batalla entre candidatos, si no vemos que enseñen armas, que muestren ofensiva y se sepan defender, difícilmente este ejercicio será de utilidad y se aplicará lo de siempre, quien gane el postdebate ganará el debate por medio de encuestas pagadas y presencia en medios.
@agsarubbi
