Existen numerosas leyendas y mitos que giran en torno a una entidad que nunca duerme, que tiene vida los 365 días del año y las 24 horas, una gran creatura anaranjada que recorre la Ciudad de México y que sin ella sería inconcebible la vida de la metrópoli: el Metro.
Y es que en más de cinco décadas de servicio, los usuarios del suburbano mexicano han sido testigos de todo, desde temblores, amenazas de bomba y restos fósiles con miles de años de antigüedad, hasta roedores gigantes que se pasean por las vías; no obstante, también existe una estación “secreta” que poca gente ha visto.
Algunas leyendas dicen que esta es solo una de varias estaciones “fantasma” del Metro que nunca fueron inauguradas y que son de uso exclusivo para el Presidente de México, altos funcionarios y militares en caso de que hubiera alguna emergencia nacional.
Sin embargo, más allá de estos mitos que nadie ha podido probar, esta estación que no es estación, tampoco es tan “misteriosa”, pero sí es imprescindible en el Sistema de Transporte Colectivo (STC).
Se trata del “Expometro”, un espacio lúdico que funciona como área de capacitación especializada para trabajadoras y trabajadores técnicos y operativos del Metro. Este lugar se encuentra anexado a la estación Zaragoza de la Línea 1, en las instalaciones del Instituto de Capacitación y Desarrollo (INCADE).
El INCADE cuenta con 51 años capacitando a personal y está habilitado con 14 zonas en las que se reproduce el ejercicio real de algunas de las actividades fundamentales, como transportación, ruedas, mantenimiento, instalaciones fijas y taquillas. Tan solo durante el año 2020 impartió 111 cursos.
La entrada al Expometro es una reproducción en tamaño real de cualquier estación del suburbano capitalino: tiene su estación de control, su propia taquilla y hasta torniquetes de diferentes modelos y años, mismos que están cubiertos con acrílico transparente, para mostrar el engranaje que hace posible su operación.
También tiene un área de material rodante, como un motor de tren con todos sus componentes, circuitos neumáticos y electroneumáticos; además, cuenta con una reproducción de un pupitre de control idéntico al del conductor de cualquier convoy, desde donde se puede simular frenar el tren, manejarlo en automático y abrir y cerrar puertas.
Más adelante se encuentra una maqueta dinámica que reproduce en miniatura una línea ficticia del Metro, en la que pequeños trenes recorren las vías, a fin de que las y los trabajadores aprendan a resolver imprevistos y saber cuál es la distancia adecuada que debe mantenerse entre tren y tren.
De igual modo, hay una réplica del Puesto Central de Control, en el que se puede monitorear la distribución de los trenes en servicio, así como sucede en un día cualquiera, así como aprender a tomar decisiones en caso de que se tenga que suspender la operación en alguna línea.
Otro de los atractivos de este centro de capacitación es una réplica de un túnel, donde no pasan trenes, sin embargo, sirve para explicar las diferentes señalizaciones, las vías por donde circulan los trenes y saber qué hacer y cómo reaccionar ante determinados siniestros para evitar un accidente.
Cualquier interesado o grupo de personas pueden recorrer estas instalaciones poco conocidas del STC, siempre y cuando se tramite una visita guiada en las oficinas de Atención al Usuario del Metro, ubicadas en Balderas 58, Primer Piso, Colonia Centro (justo arriba del Metro Juárez, dirección Indios Verdes).