Terminadas las fiestas decembrinas, el país comienza un nuevo año.
Serán 12 nuevos meses que nos traerán lo mismo que hemos vivido desde hace tres años: enfrentamientos, descalificaciones, un Presidente imperial y una oposición que no se ha fortalecido.
El año comenzó con la denuncia del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova que las denuncias penales interpuestas en contra de los Consejeros que aprobaron en diciembre posponer la Revocación de Mandato sigue vigentes, porque se siguen de oficio. Solo la Fiscalía General de la República se puede desistir.
En enero, se abrirán los foros públicos de una Reforma Eléctrica que podría representar la gran derrota de la Cuarta Transformación. Si no se ocupa la justicia para amenazar, difícilmente se lograrán los votos necesarios.
En abril tendremos la primera consulta ciudadana de Revocación de Mandato que servirá para que Andrés Manuel López Obrador deje por unos momentos el traje de Presidente que tanto le incomoda y se ponga la camisa de candidato eterno, ese que tanto añora.
En junio la oposición tendrá una prueba más, en cuatro de seis elecciones locales se enfrentará a Morena, al disputarse gubernaturas tan importantes como Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo.
De ahí, en septiembre vendrá la Reforma Electoral que buscará cambiar al INE por algún organismo que le satisfaga a las ansias de poder de la 4aT. El INE como lo conocemos no existirá más y al igual que Banxico y el INEGI estará en manos de integrantes de la ideología de López Obrador.
2022 será el año donde se afiance el cambio de la clase política en el poder.
La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia no solo ha sido un triunfo en una elección, no es como en el caso de Vicente Fox y Felipe Calderón, un cambio de persona, se busca un cambio de régimen donde se garantice mantener en el poder por mucho tiempo.
En 2022, el régimen de López Obrador buscará consolidar su historia, una historia que busca que sea como el PRI.
Feliz año 2022.
@agsarubbi
