Los históricos niveles de sargazo en las playas del Caribe mexicano provocan esta Semana Santa una “inusual abundancia” de turistas en los cenotes, los pozos mayas de agua que buscan sobrevivir a la crisis climática.
“Hubo más personas aquí en la zona, en todo el parque de los cenotes, y en todos los demás lugares. También está el sistema de cenotes, había mucha abundancia (de turistas) porque el mar estaba con esa situación del sargazo”, contó a EFE el sacerdote maya Freddy Orlando coto.
Para el chamán de la ceremonia maya de purificación que se realiza en el parque ecoturístico Dos Ojos, en la Riviera Maya, la incomodidad que sienten los turistas por el sargazo los llevó a buscar nuevas alternativas y eso se refleja en una mayor afluencia.
Científicos advirtieron en febrero que la llegada del sargazo, algas invasoras, se adelantó tres meses en esta temporada y se prevé que sea el año más agudo de este fenómeno.
“La persona (el turista) no se sentía cómoda estando en esa agua, porque el sargazo es algo que tiene sus malos olores y a las personas no les gustaba, no se sentían cómodas”, indicó Coto.
“Y entonces en los cenotes el agua está como la vio ahorita, eso no cambia, pues es un agua que hasta te dan ganas de tomarla, es la medicina y es un gran elemento que ha sustentado nuestra vida”, añadió.