Por Daniel Lee
Lo que hoy conocemos como economía circular no solo ofrece una solución al cambio climático, sino que se presenta como una oportunidad clara para la creación de empleos sostenibles y el desarrollo equitativo en México. Dicho esto, creo que es tiempo de abrazar esta transformación y trabajar en conjunto hacia un futuro más próspero y verde para todos.
La preocupación por el cambio climático es una prioridad, y de acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) tenemos ante nosotros un camino esperanzador: la economía circular.
Así es. Este enfoque, busca reducir el impacto ambiental mientras genera beneficios económicos y sociales, y nos revela un potencial significativo para México.
El estudio proyecta una reducción de hasta un 22% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, si se adopta un modelo de economía circular. Más allá de esta cifra, el aspecto más impactante es la generación estimada de más de 1.7 millones de empleos verdes.
Estos empleos, que abarcan diversos sectores, desde la producción de energía renovable hasta la gestión de residuos y la preservación de la biodiversidad, se vuelven pilares fundamentales en la creación de un entorno laboral sostenible.
Los ejemplos en el terreno son el testimonio de que la economía circular no es solo una teoría, sino una realidad que cobra fuerza en el panorama empresarial mexicano. Empresas como PetStar, Heineken México, Natura, Danone y Bonafont están liderando este cambio, implementando acciones concretas que abarcan desde el reciclaje masivo hasta la reducción del consumo de recursos y la innovación en sus procesos.
PetStar, por ejemplo, no solo recicla toneladas de resina al año, sino que también genera empleos directos e indirectos, creando un impacto tangible en la economía local. Heineken México ha asumido el desafío de reducir su consumo de agua y energía, demostrando cómo una gran corporación puede liderar el camino hacia la sostenibilidad. A su vez, empresas como Natura, Danone y Bonafont han integrado prácticas de reciclaje en sus operaciones, mostrando cómo la responsabilidad ambiental puede ser parte integral de la cadena de valor de los productos.
El mensaje es claro: la economía circular no solo es una oportunidad para mitigar el cambio climático, sino también para generar empleos de calidad y construir un futuro más próspero y equitativo para todos. Es el momento de aplaudir y apoyar estas iniciativas, así como de promover políticas que fomenten este modelo transformador en todas las esferas de nuestra sociedad.
Y hablando de transformar… Sirva este espacio también para felicitar a la Canacintra, único organismo empresarial en América Latina que prioriza su Sector Economía Verde, cuyo presidente fundador, Carlos Gómez Flores viene empujando fuerte desde que lo creó en 2012, presidiéndola hasta 2014. A propósito esta semana fue galardonado por la Revista Forbes como una de las 30 Mentes más Sostenibles. Enhorabuena.
Y bueno, volviendo al tema, en resumen, la economía circular no solo ofrece una estrategia contra el cambio climático, sino que también se convierte en un motor de empleo y desarrollo sostenible para nuestro país. Lo cierto es que cada vez más la iniciativa privada participa y hace su parte, consciente de los desafíos ambientales, y para ello van asumiendo un papel más protagónico con la promoción de prácticas sustentables que, a la postre coadyuvan también ante el cambio climático. Hasta la próxima…