López Obrador llegó a la Presidencia convencido de que por sentarse en la silla todo iba a cambiar y todos se iban a sumar a su proyecto.
Desde antes de tomar posesión, Andrés Manuel trazó su estilo: enfrentarse contra aquellos que no se sumaran a su ideario.
Así fue de la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco, hasta anunciar una depuración de “burócratas de oro”; de la amenaza a empresarios hasta prometer un perdón a todos.
pero poco a poco, el Presidente de México recibió golpes que le indicaron que en el país hay muchos que piensan diferente a él y que tienen formas distintas de actuar.
Comenzaron las demandas, las controversias constitucionales y hasta la desobediencia de integrantes de su propio partido.
Con una oposición pulverizada desde de la elección federal, sin una figura política fuerte que lo pueda enfrentar, el contrapeso vino del propio Estado.
La Suprema Corte de Justicia y gobiernos estatales como Jalisco pusieron un límite a López Obrador.
Los ministros le echaron abajo dos leyes fundamentales al Presidente, primero la Ley de Seguridad Interior y ahora la ley de remuneraciones.
Gobiernos estatales como el de Jalisco y el de Michoacán, se enfrentaron al grado de denunciar que el gobierno federal viola La soberanía y el federalismo.
El Presidente con apenas una semana en el gobierno ya vió el camino que seguirá los próximo seis años.
López Obrador se está metiendo a una democracia que no es la suya.
Sus respuestas a estas posiciones son las mismas que cuando era candidato, desacredita y acusa a quienes no están a favor de sus políticas de retrógradas.
El de MORENA ya no dice “al diablo las instituciones” sino ahora las busca modificar según sus intereses.
y su respuesta ha sido que Andrés Manuel sigue manejando una política de la división, o me apoyas o simplemente eres mi enemigo; o apruebas mis proyectos, o eres un contrario.
Con una nación azotada por la inseguridad, hundida por la maquinación y la pobreza, poco abona que un Presidente actúe con caprichos y no acepte que en Mexico todos cabemos, aunque sus políticas no sean las únicas que imperen.
Y eso que apenas lleva una semana…
@agsarubbi
