Las dos terceras partes de los estudiantes de tercero de secundaria continúan con niveles de insuficiente en matemática y una tercera parte en lengua y comunicación, lo que coloca a México entre los países con niveles de aprendizaje más bajos en estas materias de las naciones que integran la Organización de Cooperación Económica (OCDE).
Así lo revelan los resultados de la Prueba PLANEA (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes), que en junio de 2017 aplicó el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), a 131 mil 662 jóvenes de 3ro de secundaria, de 3 mil 398 escuelas distribuidas en todo el país.
En los resultados de la prueba PLANEA 2017, en matemáticas el 64.5 por ciento de los jóvenes, quedó en el nivel 1 (el más bajo), donde se comprueba que sólo pueden resolver problemas que implican comparar o realizar cálculos con números naturales; mientras que el 5.1 por ciento alcanzo el nivel IV (el más alto), donde los jóvenes están aptos para resolver problemas que implican combinar número fraccionarios y decimales, así como emplear ecuaciones para encontrar valores desconocidos en problemas verbales.
Con respecto en la materia de Lenguaje y Comunicación, se reveló que el 33.8 por ciento de los jóvenes calificaron en el nivel 1 que es el más bajo, que dice que los jóvenes esta capacitados para identificar y extraer información en textos y gráficas; pero tienen dificultades para interpretar el sentido de los textos y vincular la información presentada en ellos.
Sólo el 8.3 por ciento, logró alcanzar el nivel IV, el más elevado, que señala que los jóvenes están aptos para analizar y jerarquizar argumentos, con el fin de evaluar información implícita y explicita de distintas partes de texto literarios, informativos y argumentativos completos, mientras que el 40.1 por ciento, entró al nivel II, y el 17.9 por ciento al III.
Al presentar los resultados, Jorge Hernández Uralde, titular de la Unidad de Evaluación del Sistema Nacional Educativo (SNE), explicó que en comparación con la prueba PLANEA que se aplicó en 2015, los estudiantes en estas materias se mantienen en la media nacional de 500 puntos.
“Los factores asociados a la pobreza en las escuelas que no cumplen con las condiciones básicas para que se desarrolle adecuadamente el aprendizaje, está siendo cada vez más un factor que determina los bajos niveles de educación en los jóvenes”, señaló Hernández Uralde.
Indicó que en este estudio no se tomó en cuenta a entidades como Michoacán, Oaxaca y Chiapas, que en el 2015 no presentaron estas evaluaciones, por lo que el comparativa de acuerdo a la media nacional, de acuerdo a una escala que va de 200 a 800 puntos, en Lenguaje y Comunicación se colocó en 2015 en 503 puntos igual que en 2017; pero en matemáticas se tuvo una pequeña diferencia de 501 en 2015 a 504 en 2017.
Por su parte, Eduardo Backhoff Escudero, consejero presidente de la junta de gobierno del INEE, señaló el caso de Tamaulipas que se encuentra debajo de la media del país (junto con Tabasco y Zacatecas) se debe a problemas de inseguridad, donde profesores ya no asisten a las escuelas en zonas inseguras en consecuencia los niños ya no reciben la educación. “No quiero decir que esto sea la causa en general, pero hay estados en donde se pueden buscar causas como esta”.
En tanto, Gilberto Guevara Niebla, consejero del instituto, dijo que sin duda alguna la pobreza tiene un efecto directo decisivo sobre los resultados de aprendizaje, pero es muy importante no perder de vista que las variables contextuales no explican totalmente el fenómeno de la calificación de resultados.
“Los resultados también influye la escuela misma, los profesores por ejemplo en las zonas más pobres es donde hay más movilidad del magisterio, más ausencia, menos cumplimiento de la normalidad mínima en el trabajo. Son escuelas que operan con pocos recursos, ese es el contexto, pero también mucho juegan las debilidades internas del propio sistema educativo”, resaltó.