De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, “el sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas”. Según el propio organismo, además de los beneficios en la salud, por cada dólar invertido en países de ingresos bajos, en inmunización, se obtuvieron como retorno 76.5 dólares.
LOS RETROCESOS EN MÉXICO
Se estima que en nuestro país, la cobertura de vacunación contra el sarampión llega apenas a 70%, muy lejos del 95% requerido, de acuerdo con las y los expertos en la materia, para garantizar la “inmunidad de rebaño” y que no se den nuevos brotes.
Sin embargo, en México se registra una tendencia preocupante de casos de sarampión. En efecto, en 2018, el Boletín epidemiológico registró un total de 4 mil 27 casos de sarampión confirmados en el país, cifra que en 2019 creció a 5 mil 161. En el 2020, mucho debido al confinamiento de la pandemia, la cifra de casos disminuyó drásticamente a 2 mil 506.
Posteriormente, en 2021, se registró un nuevo descenso, a mil 405 casos confirmados de sarampión, lo cual se explica por dos factores fundamentales: el cierre de las escuelas y el consecuente distanciamiento social de niñas y niños, y la disminución en los servicios de atención a la salud, que pudieron generar un efecto importante de subregistro.