Morena no supo cómo. Hasta su líder los regaño. Provocó vergüenza en el Presidente de la República y al final no logró que quería.
En plena batalla por dirigir al Poder Legislativo, el partido en el gobierno se dividió, se enfrentó y hasta se lesionó, todo por querer avasallar como lo hacía el PRI en sus mejores momentos.
Morena no supo ser mayoría.
En la Cámara de Senadores, el grupo parlamentario de Morena mostró que está conformado de “tribus”, al igual que su padre, el PRD.
Monreal se enfrentó con Batres, ambos amigos personales de López Obrador. Se pelearon por la Presidencia de la Mesa Directiva y lo único que lograron fue mostrarse un odio que se representará en las próximas elecciones intermedias. Los dos son legisladores de la Ciudad de México, principal bastión morenista, ahí se pelearán.
En la Cámara de Diputados los de Morena dieron pena. Mientras Mario Delgado, pastor del partido en el poder, advertía que por ser mayoría deberían de mantener la dirección de la Cámara, los partidos de oposición mostraron un pequeño poder que llevó a Morena a ceder.
Con una ley interna que obligaba a la rotación entre partidos de la Mesa directiva, Morena se quiso imponer y reelegir a Porfirio Muñoz Ledo en la Presidencia. Ante la protesta de la oposición, el nuevo partidazo no sólo no lo logró, sino que provocó que el propio Porfirio les mentara la madre por “la forma de legislar”.
Morena no sabe de ser mayoría y en su obsesión de mantener el poder a toda cosa, abrieron un camino muy peligro para Andrés Manuel López Obrador.
Aquellos que nombró en su primer informe (que en realidad para él es el tercero) como moralmente derrotados, le provocaron que su partido se dividiera y probaron que unidos pueden meter en un serio problema al Presidente.
Ahora viene el primer round verdadero, la discusión del Presupuesto para el próximo año, que ya trae consigo datos que serán refutados por la oposición.
Un crecimiento del 0.6 por ciento, menor presupuesto para estados y municipios; mayor austeridad a la López Obrador, más recursos a la seguridad y claro, los recursos necesarios para los proyectos fundamentales para el gobierno: el pago por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, las construcciones del de Santa Lucía, Dos Bocas y el tren Maya. Todos ampliamente rechazados por políticos y grupos sociales.
Morena no supo ser mayoría en el legislativo y sin querer mostró su verdadera debilidad: la división que puede ser evocada cuando se trata de puesto de poder… y hasta de dinero.
@agsarubbi