viernes, 20 de septiembre de 2024.

Nefasta dirección en Conacyt

Nefasta por donde se le quiera analizar, ha sido la labor de María Elena Álvarez-Buylla, como directora de CONACYT. Y como decía, en paz descanse, Paco Stanley, “una tras otra”, así ha ido dando tumbos, sin que nadie le ponga un alto, ante graves decisiones que han ido desde perseguir a 31 investigadores como si fuesen delincuentes; reducir becas a los estudiantes en el extranjero; eliminar fideicomisos científicos; la pelea en Tribunales en contra de la Asociación civil Foro Consultivo Científico y Tecnológico, esto es parte de las atrocidades que ha cometido. Y de colofón, su Comedor Gourmet con un costo de más de 15 millones de pesos, con Chef, saloneros y nutriólogo. Mandando al diablo la austeridad que pregona y presume López.

EL FRAUDE DEL VENTILADOR EHÉCATL 4-T

En esta línea de nefasta dirección en Conacyt, el 20 de marzo del 2022 el Diario Reforma, informó “Es un fiasco ventilador de Conacyt”. Dando a conocer que los ventiladores mecánicos Ehécatl 4T, que el Gobierno presume como salvadores de vidas durante la pandemia de Covid-19, no son eficientes y costaron el doble de lo presupuestado. El Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), perteneciente al Conacyt, gestó y distribuyó 468 ventiladores de agosto de 2020 a octubre pasado.

Resultando de acuerdo a especialistas que el aparato incumple los requerimientos para el correcto apoyo mecánico ventilatorio de pacientes con síndrome respiratorio agudo severo. El médico Daniel González, quien viera este ventilador en el Hospital Regional de Morelia del ISSSTE, externó: “En un paciente que tiene hipoxia o disminución del oxígeno circulante, una hipoxemia, ese tipo de aparatos realmente no nos va a servir de nada, no le vamos a aumentar la presión de oxígeno a ese paciente”-

Reforma destaca que de acuerdo a la solicitud de información Cidesi respondió que cada ventilador costó al menos 275 mil 777 pesos. Resultando el doble de 137 mil pesos que la directora de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, afirmara que costarían.

Pero esta crónica de un fracaso anunciado, ya venía haciéndose realidad desde el 20 de mayo del 2020, cuando Alberto Aguirre dio a conocer en su Columna de El Economista, “El fiasco de los ventiladores”, en la que comenta que, al concluir la Jornada Nacional de Sana Distancia, que fue la cuarentena de 80 días, para aplanar la curva. Los equipos médicos para atender las hospitalizaciones por Covid-19 fueron integrados sobre la marcha y los ventiladores para los casos más graves, llegaron gracias a los puentes aéreos. Las compras del IMSS, bajo sospechas, tuvieron un capítulo polémico que concluye con la sanción a la delegada en Hidalgo, Claudia Díaz, y otros tres funcionarios que suscribieron el contrato con la empresa de León Manuel Bartlett, hijo del director de CFE, para adquirir 20 ventiladores respiratorios (reconstruidos), por 31 millones de pesos.

Señalando que otro capítulo bochornoso fue el protagonizado por la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, quien hace un mes prometió ventiladores hechos en México, para el 15 de mayo. El plazo expiró y los aparatos no fueron entregados. por la complejidad en el abasto de los componentes necesarios para su fabricación, explicó la funcionaria, quien no se retractó de su promesa fallida.

Posteriormente el 17 de mayo del 2021, se publicó en el Diario Reformas “Falla la entrega de ventiladores”. “De los mil ventiladores desarrollados en México bajo la batuta de Conacyt para enfrentar la emergencia sanitaria, hasta marzo pasado aún faltaban por entregar 141, a pesar de que el Consejo se había comprometido originalmente a contar con 700 unidades para el 15 de mayo de 2020, de acuerdo con información difundida por el Instituto Nacional de Transparencia.

El 23 de abril del año pasado, María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, aseguró públicamente durante la conferencia nocturna en la que se presenta el informe diario de Covid-19, que tendría listas 700 respiradores de cuatro tipos, cuyo costo de fabricación ascendería a casi 300 mil millones de pesos.

NO ESTÁN LISTOS

“Ante esta pandemia el reto concreto que nos planteó el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) es lograr tener al menos la producción de 700 equipos de ventiladores mecánicos para el 15 de mayo, para las primeras semanas de mayo”, afirmó la funcionaria.

El compromiso, precisó, fue tener respiradores invasivos, de tecnología 100 por ciento mexicana y más económicos de los que se pueden comprar en el extranjero.

Sin embargo, a finales de mayo de 2020, los ventiladores aún no estaban listos y la funcionaria negó el compromiso que había hecho”.

Así la cruda realidad de una promesa más incumplida en la 4-T, sin que nada pase, ni mucho menos se le aplique alguna sanción, o mejor aún se le pida la renuncia al funcionario responsable.

Y antes al contrario la Directora de Conacyt, sigue como chivo en cristalería dando topetazos a diestra y siniestra, sin que, insisto, nadie le ponga un alto o una soga, para calmarla. Dos enormes dudas, ¿Se manda sola? ¿O está haciendo lo que le ordena YSQ? Usted que piensa estimado lector.

 

 

 

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