Sin poder contener su alegría y felicidad, como el jibarito loco de contento, Marcelo Luis Ebrard Casaubón, a través de su cuenta de Twitter, le expresó al expresidente de Brasil, Luis Inácio da Silva, más conocido como Lula, “Bienvenido Luiz Inácio Lula da Silva «Lula» gran amigo de México y la causa de la justicia. Inicias visita a nuestro país, donde se te quiere y respeta. ¡Muy contentos de verte entre nosotros!!!”.
Estaba tan feliz Ebrard, que le importó más atender al ex presidente brasileño que todos los temas que tiene en agenda, como el debate en las Naciones Unidas por la invasión de Rusia a Ucrania, así como el traer a México a nuestros compatriotas que estaban en Ucrania, eso y más, dejó de lado para ir a recibirlo al aeropuerto de la CDMX.
Para la mayoría de los mexicanos nos puede parecer extraño que Lula da Silva venga a nuestro país, pero es un invitado especial de López y Morena a la reunión de la Asociación Nacional de Legisladores de Morena, que casualmente tuvo como tema central la reforma eléctrica.
La visita de Lula da Silva, se había pospuesto debido a reuniones que tuvo con Presidentes de América Latina de izquierda, con los que busca tener su respaldo, al intentar ser nuevamente candidato a la presidencia de su país, en las elecciones el 2 de octubre de 2022. Importante recordar que Lula da Silva ya fue presidente de Brasil 7 años, del 1 de enero de 2003 al 1 de enero de 2011. La invitación se la hizo López, seguramente con la intención de darle su apoyo
Tampoco debemos olvidar que, en mayo del 2021, Dilma Rousseff, quien fuera la sucesora de Lula da Silva en la presidencia de Brasil, estuvo en México reuniéndose con López y asistiendo a la ceremonia por los 700 años de la fundación de Tenochtitlán. De igual manera, fue invitada al evento del tercer informe de gobierno de López. Y posterior a los procesos electorales de junio del 2021, Dilma Rousseff festejó que Morena mantuviera la mayoría en el Congreso de la Unión.
QUE VUELTAS DA LA VIDA. DE PRESO A CANDIDATO
Dice una estrofa de la canción Pedro Navajas, “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Y en el caso del expresidente brasileño quien en el 2018 fue encarcelado y liberado en el 2019, para este 2022 busca ser candidato nuevamente a la presidencia de su país.
En 2017 fue condenado en primera instancia a nueve años y medio por el caso del Tríplex de Guarujá, por haber aceptado sobornos por 1.1 millones de dólares de la constructora OAS para beneficiarla en sus negocios con Petrobras. Los pagos se debían hacer a través de la reforma de un departamento en la costa de Sao Paulo que según la acusación pertenece a Lula.
En enero del 2018, el tribunal de Porto Alegre no sólo ratificó la sentencia, sino que elevó a 12 años y un mes la pena de prisión. Además de éste, Lula enfrentó otros seis juicios ligados a la causa Lava Jato. Su defensa interpuso varios recursos ante diferentes tribunales del país para evitar su arresto, pero no lo consiguió.
El juez Sergio Moro que llevó el caso por el que fue sentenciado había dado como plazo las 17:00 horas del viernes 6 de abril del 2018 para que Lula se entregara. Tras atrincherarse dos días en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, Lula, de 72 años, anunció, tras una misa en memoria de su esposa fallecida el año pasado, su intención de entregarse a las autoridades.
Finalmente dejó el sindicato y se entregó a la Policía Federal (PF), que lo trasladó en carro hacia la Superintendencia de la ciudad y luego en helicóptero hacia el aeropuerto de Congonhas.
Estos hechos dejaron mal parada a la izquierda, dado que siempre critican la corrupción de todo mundo, resultando que uno de sus principales representantes, fue condenado ni más ni menos que por Corrupción.
Y con todas las diferencias de cargos ocupados, pero con la semejanza de la corrupción y de ser supuestamente de “izquierda”, estos sucesos me hicieron recordar el caso en México de René Juvenal Bejarano, más conocido como “el señor de las ligas” quien en el 2004 también fue encarcelado acusado de corrupción por lavado de dinero de alrededor de 11 millones de pesos, que supuestamente obtuvo mediante extorsiones al empresario Carlos Ahumada Kurtz. Bejarano ingresó al reclusorio Sur el 10 de noviembre del 2004.
Respecto a las semejanzas con todas sus diferencias de cargos y personajes, inician con que al Igual que Luiz Inácio Lula, René Juvenal Bejarano, no hicieron caso de lo que ordenaron los jueces para su detención.
Luiz Inácio Lula, como se mencionó se atrincheró en las oficinas de un sindicato no cumpliendo con el plazo de 24 horas para entregarse, finalmente haciéndolo cuando él quiso. René Juvenal Bejarano, se atrincheró en su casa. Importante es recordar que Bejarano exigió y decidió el momento de su consignación, la hora de entrada al reclusorio, el vehículo en que fue transportado, la celda que quiso y le fue prestada por otro delincuente, con las comodidades de tener música, televisión, teléfono, regadera, agua caliente y otras muchas cosas más. Hasta le permitieron ingresar a la aduana del Reclusorio en su camioneta, lo cual está prohibido. Nunca en la historia de esta ciudad un consignado tuvo estas prebendas otorgadas por el mismo jefe de gobierno en turno.
Las dudas son ¿por qué las leyes no se aplican por igual?, ¿Ser ex presidente da derechos a torcer las leyes de detenerlos de inmediato? ¿O ser de izquierda? ¿O peor aún, ser amigo de quien era jefe de gobierno en turno?
Finalmente, con las comparaciones o semejanzas de estos dos representantes de la Izquierda, momentos antes de entregarse, Luiz Inácio Lula afirmó: “Voy a cumplir la orden de cárcel y cada uno de ustedes se transformará en un Lula”, proclamó el ex mandatario, desencadenando un clamor unánime de “¡Soy Lula! ¡Soy Lula!”. “Saldré de ésta más grande, más fuerte, más verdadero e inocente porque quiero demostrar que fueron ellos quienes cometieron el delito político de perseguir a un hombre que tiene más de 50 años de historia política”.
En cuanto a Bejarano, renunciaba al PRD para no involucrarlo, y obviamente se declaraba inocente de las acusaciones.
Y si bien Lula entró a la cárcel a cumplir su condena en abril del 2018, lo liberaron en noviembre del 2019. La decisión del Tribunal Supremo de Brasil que permitió su excarcelación vino a revertir la jurisprudencia que había establecido en 2016, por la que un condenado en segunda instancia podía ir a prisión a pesar de tener dos apelaciones pendientes. La libertad de Lula fue posible tras la resolución que emitió el jueves la Corte Suprema de Brasil estableciendo que, como dice la Constitución, un condenado solo puede ir a prisión una vez haya agotado todos sus recursos.
Al salir de prisión, Lula afirmó: «Quisieron encarcelar una idea y las ideas no se encierran».
En cuanto a Bejarano simplemente tardó 8 meses en que liberaran, saliendo el 6 de julio del 2006, después de una gran farsa, ya que, de manera silenciosa, taimada, y por la puerta de atrás, López se manejó para sacarlo de la cárcel.
De gran importancia era para los sueños de López en ser Presidente de México y al no contar con otro operador político en su partido, le urgía sacarlo de la cárcel, a donde fue a dar por una denuncia a través de videos donde se mostraba la corrupción en la que estaba involucrado, su amigo, ex secretario particular, operador político y dirigente de la tribu más importante del PRD. Sabedor de que dejando el cargo no podría liberarlo, por la rivalidad entre las tribus perredistas, López urgió al Procurador Bernardo Bátiz para que acelerara las diligencias y dictámenes. Así, un proceso judicial que se dijo llevaría un año y medio o dos años, lo aceleraron y finiquitaron en 8 meses. Bernardo Batíz, había hecho la consignación a modo y posicionado el caso con un juez de consigna, para que se regañara, le dieran una nalgada y saliera en libertad.
Y a su triunfante salida del Reclusorio René Juvenal Bejarano afirmó: “Me siento tranquilo, no guardo rencor y sólo espero que se conozca la verdad, por ahora, sólo quiero dedicarme a mi familia, a la que agradezco su apoyo”
Así los hechos de dos casos de quienes son militantes y representantes de la izquierda en sus respectivos países y que después de estar en la cárcel, en este 2022, Lula, a quien Ebrard afirma que en México se le quiere y respeta, será candidato nuevamente a la Presidencia de Brasil y Rene Juvenal Bejarano, actual dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza, afirmara el pasado 15 de febrero del 2022: “Yo me identifico con AMLO, con virtudes y defectos y que seguirá apoyando su proyecto político”.
Por ello pregunto, ¿esta es la izquierda?
