- ¿Un proyecto fallido del Presidente?
- Promesa de campaña… ¿a la basura?
Por Guillermo Pimentel Balderas
Una de las promesas más importantes de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue vender el avión presidencial, como parte de las medidas de austeridad adoptadas por su gobierno.
Pero, a casi 8 meses de haberse iniciado el proceso de venta, el ejecutivo continúa sin tomar una decisión final al respecto aún y cuando él mismo ha señalado en repetidas ocasiones que ya se cuentan con diversas propuestas.
Apenas, se informó de 6 ofertas por la nave, y que de plano será la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos la que decida cuál es la mejor oferta.
Inclusive, aseguró López Obrador -en una de sus conferencias mañaneras-, que el proceso de venta está en su etapa final y es más que, ya se tienen los avalúos. O sea que, ya está casi vendido.
Aunque se reconoció que no es un asunto tan simple, se descartó que vaya a haber alguna pérdida para el erario como resultado de lo que se ha pagado del avión y de lo que se recibirá. Bueno, eso dijo el Presidente.
Ahora, ¿que se hará con ese dinero de la venta de la aeronave? Pues López Obrador dijo que recibió dos avalúos de la ONU cuyo monto oscila entre 130 y 150 millones de dólares.
Y, en otra conferencia matutina argumentó que con esos recursos habrá presupuesto suficiente para la estrategia de atención al fenómeno migratorio.
Es más, refirió que para este plan migratorio, también se apoyara con lo que se obtenga por el combate a la corrupción y de la austeridad republicana.
¿Como la ven? Como siempre, muy ocurrente, AMLO dijo que donde come uno deben de comer 100, mil, un millón de seres humanos y hasta pidió a los mexicanos actuar con humanismo y evitar la xenofobia.
Es más, hasta casi ordeno que no hubiera campañas contra migrantes, porque eso no es humano ni es cristiano… ¿habrá que leer la Cartilla Moral?
Pero, para una explicación de forma contundente al respecto del ya famoso avión presidencial, hay un documento muy completo –que me llego sin remitente- y que vale la pena diluirlo tal y como viene, con sus puntos y comas…
Se titula: Situación Real del Mercado de Aeronaves VVIP Detalles Primordiales del 787-8 y las Posibilidades de Venta y, como antecedentes, menciona que el número de serie 006 es uno de los aparatos conocidos en la industria como “Terrible Teens”, 24 de ellos se construyeron ente 2009 y 2010.
Se les dio ese apodo como resultado de los problemas derivados de su construcción; fueron usados para certificar el modelo 787, y Boeing los tuvo parados por años. Poco a poco fueron vendiéndose a precios de descuento, haciéndoles mejoras y cambios de motores.
Estos aviones tienen un 8% de peso mayor al 787 que se construye hoy (20 toneladas), adicionalmente, el costo elevado de instalar un interior de servicio comercial (casi 60 millones de dólares) hace de estos aviones imposibles de considerar para una aerolínea. Aún siendo configurados para el servicio VVIP, son un gran reto para ser comercializados.
Boeing vendió 5 de los “Terrible Teens” a Ethiopian Airlines (ET), en $80 millones cada uno, los entregó con garantías y motores nuevos y con la instalación de interiores de acuerdo a los requerimientos comerciales de ET (todo a costo de Boeing y con una pérdida considerable).
Existe un avalúo, en posesión de BANOBRAS, en el que se describe claramente el aparato, señalando que la cabina de pasajeros no es opulenta ni lujosa en exceso, cuando se le compara con las cabinas de los Jets favorecidos por los jefes de estado y capitanes de industria del Medio Oriente, quienes son el mercado más amplio para este pequeño nicho.
Este avalúo, hecho por “Flight Ascend” en diciembre de 2015, estima que para Enero de 2019, el 787-8, TP01, “José María Morelos y Pavón”, tendría un valor comercial de $81.6 millones de dólares. En ese momento, Boeing todavía tenía en su posesión 10 de los 24 “Terrible Teens”, por lo que decidieron donar 3 de ellos a museos, para obtener el beneficio fiscal por el precio de lista completo.
La adquisición de este avión es producto de un acto irregular en el sexenio antepasado, donde el Secretario de Hacienda compró, a título personal mediante una serie de compañías, la propiedad de este avión directamente del fabricante, a un precio de liquidación de inventario inútil, obsoleto. Nunca debió incorporarse a los activos de la nación este aparato en el precio inflado en el que llegó. Por ello, resulta imposible tomar como base el precio de adquisición para cualquier operación de venta, ya que la realidad del mercado y las particulares fallas de este bien, inhiben a cualquier prospecto de hacer una oferta superior a lo disponible en el medio, que cabe mencionar es sumamente limitado.
El gobierno actual no tiene por que asumir ninguna responsabilidad política o financiera por los actos irregulares de administraciones pasadas y, en cambio, puede resultar un activo político importante para deslindar responsabilidades.
OFERTAS EN EL MERCADO Y SITUACIÓN REAL.
El avión propiedad de Crystal, es el número 17 de la línea de producción, lo que lo hace parte de los “Terrible Teens”. Está actualmente en almacenamiento en Victorville, California (como el TP01) y tiene aproximadamente 30 horas totales de vuelo, en 20 ciclos. Este avión está hoy a la venta con un precio de $50 millones de dólares.
Existe también a la venta un Boeing 777-200, ya con interiores VVIP terminados y con un tiempo de vuelo similar al del 787-8 mexicano, está listo para la entrega a cualquier cliente con $95 millones de dólares. Además, posee un interior mucho más lujoso que el del 787-8 TP 01.
En el año 2011, el gobierno de Túnez ofreció en venta al mercado su Airbus A340-500. En ese momento tenía 300 horas totales de vuelo. Se le ofreció a muchos de los mismos individuos que han visto y rechazado ya el 787-8 Mexicano. Eventualmente, en 2016 el avión fue comprado por el gobierno de Turquía en $70 millones de dólares.
En este Airbus, el Gobierno de Túnez gastó $287 millones de dólares entre el avión e interiores, y es muy buen ejemplo de lo que pasa con este tipo de aeronaves, cuando están sobreexpuestas a un mercado súper rarificado como es el VVIP.
El avión en cuestión está pensado para servicio del Presidente de México. Sólo tiene una pequeña recámara, con baño, y una pequeña oficina. No cuenta con sala de juntas/comedor y más espacios privados.
Este avión se pensó para llevar a la comitiva de personal de ayuda de la Presidencia (seguridad, secretarial, prensa) y para los invitados especiales y miembros del Gabinete. Motivo por el cual, será poco o nulamente atractivo para la mayoría de los 4 o 5 clientes disponibles en el mundo entero en este momento.
La venta de este avión dependerá un poco del capricho de tener un 787-8 en la flota de quien lo compre, y con toda certeza, quien sea que lo haga (veo 3 grupos probables) insistirá en invertir unos 30-45 millones de dólares más en modificar el interior y añadir de menos un par de habitaciones y una sala de juntas/comedor. Esto, pone al 787-8 TP01, en una competencia directa con el avión de Crystal Air, y solamente se logrará vender si es mejor opción en dinero y en tiempo.
El TP01, no se encuentra guardado en un hangar climatizado, como sería ideal para esta aeronave. Se encuentra en una plataforma, a la intemperie, y cada día que pasa, el daño a la pintura y algunos componentes, se agrava. Las ventanas y llantas están cubiertas con papel de aluminio y adhesivo, que si bien limitan la entrada de radiación ultravioleta, contribuyen a que se caliente el interior de la aeronave, manteniendo una temperatura promedio todos los días de 65 grados centígrados, que es mucho más de lo que los componentes como cubiertas de piel de los asientos y maderas deberían de estar expuestos.
Las turbinas están cubiertas, y todo orificio por donde pudiera entrar arena también lo está. Se estima que el deterioro de la aeronave por la situación descrita es de unos 20,000 dólares diarios. Esto es poco más de cuatro millones de dólares de deterioro, tan sólo en estos 7 meses.
Toda aeronave que haya sido utilizado para el servicio de gobierno, obtiene un menor valor en el mercado, en razón de que es utilizada por diferentes personas, en comparación a las aeronaves privadas que solo están al servicio de un dueño.
El haber ingresado a una instalación de mantenimiento del fabricante en la ciudad de Dallas, Tx., bajo un número económico militar en lugar de una matrícula civil como consta también en los planes de vuelo y EAPIS registrados para ese vuelo, deja a las aeronaves como equipos en servicio activo de las fuerzas armadas, cancelando la validez de los contratos individuales de mantenimiento preventivo de las turbinas. Ambas situaciones impactan en el valor específico de manera negativa al 30%.
La aeronave no cuenta en este momento con un certificado de aeronavegabilidad vigente, la buroscopía no se encuentra realizada, no se mencionan en los reportes la garantía de los motores ni la garantía de APU, no se menciona si los motores se encuentran en algún programa, el software para la actualización de los datos del avión no se tiene ubicado ni tampoco hay certeza de su existencia.
Para enero de 2020 todas las aeronaves que viajen en espacio aéreos controlados necesitarán contar con un equipo de navegación llamado ADS-B por sus siglas en inglés, el TP01 no cuenta aún con este sistema y se estima que tardará 6 meses en poder tenerlo instalado y a un alto costo.
Las aeronaves que se comentan formarán parte de flota que en proceso paralelo se pondrá en venta, pudiera ayudar al gobierno a alcanzar el precio deseado por la aeronave mediante una adjudicación directa, ya que no hay impedimento legal para la misma y la discreción sería factor fundamental.
Por lo anterior, el valor del TP01 es mucho menor al que se estima. En conclusión, el precio real del mercado del 787-8 mexicano es entre 90-95 millones de dólares.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no tienen facultades legales para frenar la compraventa de las aeronaves.
Lo anterior, con base en el artículo 6 del Reglamento Interior de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, así como el artículo 1o. del Ley Orgánica del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Sociedad Nacional de Crédito, Institución de Banca de Desarrollo, el cual señala que BANOBRAS tiene personalidad jurídica y patrimonio propios, es decir, al ser éste el dueño de la aeronave podrá concluir el contrato de acuerdo a sus intereses.
Adicionalmente, BANOBRAS, en su carácter de titular de dicho activo y en su calidad de comodante con la SHCP, tendrá que pedirlo para llevar a cabo el procedimiento de desincorporación y poder entregar la posesión material y jurídica al nuevo adquirente. Fin del documento.
Ahora bien, digo, en caso de que López Obrador (AMLO) perdiera la oportunidad de vender la aeronave en el proceso que llevan en conjunto BANOBRAS y UNOPS, la aeronave tendría que subastarse.
Esto, no hay duda, impactaría negativamente el valor de mercado de la aeronave lo que se traducirá en un daño patrimonial a la Nación, convirtiendo la promesa de destinar estos recursos a los migrantes en un proyecto fallido del Presidente. ¿Sera?
