Esta semana, Andrés Manuel López Obrador sabrá lo es que perder teniendo el poder.
Ni en sus peores momentos en sus tres campañas, el actual Presidente imaginó que las instituciones, a las que tanto quiso mandar al diablo, iban a resolver en su contra.
Con la poca dignidad que aún puede tener el Estado mexicano, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se dispone a rechazar la reforma de Baja California, donde se extendía el periodo de gobierno de Jaime Bonilla, echando abajo las pretensiones reeleccionistas del experimento de la 4ª transformación.
Durante meses, los de Morena celebraron en el estado norteño el triunfo de su nueva República, donde consultas a modo y reformas aprobadas en la oscuridad del mayoriteo, les garantizaba su estadía en el poder.
El PRI sería así solo un pasado muy atrasado en sus triquiñuelas políticas.
En ese oscuro recuerdo quedará la frase de quién ya no debería ser la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, cuando infraganti, fue descubierta alardeando con el entonces nuevo Gobernador que “la reforma que le modificaba su plazo constitucional perduraría”.
En Baja California, Andrés Manuel López Obrador practicó lo que en cuatro años y medio pensaría hacer en la Presidencia de la República.
Pero ¿todo está perdido para AMLO? ¿Realmente la Corte será el contrapeso que detenga el avance de un Presidente Imperial? Podemos dudarlo.
Para que pierda el Presidente, se necesita el voto de ocho de los once ministros. De no lograrse esa cantidad, el proyecto que echaría abajo la Ley Bonilla simplemente tendrá que ser reformulada.
Ante la posible derrota de López Obrador, el Presidente puede arrebatar y para eso cuenta con cuatro Ministros que han sido nombrados por él, quienes seguro le tendrán que pagar el favor.
El Presidente tiene el requisito para salvarle el pellejo a su amigo Jaime Bonilla para que se mantenga cinco años pero de hacerlo válido. López Obrador habrá ganado una, pero el país habrá perdido definitivamente la vía democrática para obtener cargos de elección popular.
La democracia en México está en cuarentena en esta semana.
@agsarubbi
