LA COMADREJA INFILTRADA EN EL GALLINERO
El pasado 22 de febrero del 2024, el Diario New York Times (NYT)publicó una nota donde se mencionaban investigaciones, en distintos momentos, realizadas por autoridades de EUA y la DEA, a personas vinculadas a la administración federal de López que pudieran haber tenido vínculos con cárteles del narcotráfico.
Desde el púlpito de su mañanera, que es la plataforma dedicada al monólogo diario de López, que es su estrategia de propaganda constante y legitimada como una fuente de absoluta credibilidad para los feligreses de la 4T, López se “curó en salud” adelantándose a la publicación de la nota periodística.
Ignorante de la más elemental distinción de géneros periodísticos, porque la publicación no es un reportaje, tampoco una investigación periodística a fondo, y,además, tergiversando el texto, sus lacayos medios de comunicación, columnistas y caricaturistas que siempre están a su favor como de sus “verdades”, se apresuraron en hacer eco a las acusaciones contra el diario estadounidense por falta de ética. Sin pruebas, sin confirmación ni elementos factuales para desmentir la nota periodística ni a sus autores, el mínimo de ética periodística que tanto critican, la ola de lacayos aseguró junto con López, que el NYT no tenía credibilidad, ni estándares éticos o morales.
El hecho, convertido en un escándalo más en contra de López, a quien, desde todos los flancos posibles, lo han exhibido a él y a su fallida 4-T, un discurso victimista en la cual han encajado todas las posibles críticas a su gobierno y sus respectivos funcionarios públicos, tiene la pinta de un hombre de paja; es decir, un distractor para pasar por alto, el patrón de agresiones en contra de la prensa, periodistas y comunicadores que cotidianamente han tenido lugar en La Mañanera.
Las Mañaneras se han convertido desde el oficialismo de López, en un deber intrínseco a los quehaceres del poder político para “desmentir los ataques de sus adversarios en la disputa ideológica y cultural por el poder”.
De acuerdo con cifras de Verificado MX, desde el 2019, a 10 meses de “Las Mañaneras” el 56% de las declaraciones de López eran Falsas o Engañosas (https://verificado.com.mx/10-meses-mananeras-amlo/). Seis meses después, en mayo de 2020 el mismo sitio de verificación apuntaba que 1 de 3 dichos en La Mañanera se mantenían en la categoría de Falso o Engañoso. La metodología de Fact-checking implementada por El Sabueso, de Animal Político,diariamente desmiente afirmaciones Falsas, dichas en La Mañanera, mediante una metodología que ocupa ocho categorías y pone en contexto dichos o frases de relevancia nacional (https://www.animalpolitico.com/verificacion-de-hechos/fact-checking/falso-disminuyeron-todos-delitos-amlo).
Y finalmente, en 2021, la consultora política SPIN,determinó que, en el lapso desde el 8 de diciembre de 2018 hasta el 30 de junio de 2021 en cada Mañanera, el mandatario había dicho 88 afirmaciones no verdaderas. En el corte realizado hasta ese momento se afirmó que el presidente había mentido un total de 56 mil veceshttps://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/amlo-ha-mentido-mas-de-56-mil-veces-en-las-mananeras-revela-estudio/).
Con los datos anteriores, en los cuales convergen tres distintas metodologías, es posible afirmar que Las Mañaneras no son un ejercicio de diálogo con la ciudadanía, tampoco una herramienta para fomentar el debate público y mucho menos un acto de “transparencia y rendición de cuentas” como los apoyadores de López afirman. Por el contrario, sus Mañaneras constituyen un espacio de falsedades, datos manipulados y de abiertos ataques contra la prensa, de acuerdo con Informe Anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 2022 Volumen II (https://www.oas.org/es/cidh/expresion/informes/IA2022ESP.pdf):
“La intensidad de la violencia contra la prensa está acompañada de un discurso oficial de estigmatización a la prensa por parte de autoridades, especialmente impulsado por el poder ejecutivo a través de la sección “Quién es quién en las mentiras de la semana” de las conferencias de prensa presidenciales. Si bien la violencia y la estigmatización contra la prensa son fenómenos con orígenes y responsabilidades diferenciales, el discurso estigmatizante de funcionarios públicos dificulta los esfuerzos para combatir la violencia hacia periodistas, incrementa la hostilidad y los riesgos de la labor informativa; y fomenta un contexto de autocensura para reportar sobre asuntos de relevancia pública”
Aunado a ello, con base en los informes semestrales en 2022 y 2023 de Artículo 19 MX-CA 52% de las agresiones contra la prensa, son perpetradas por autoridades y funcionarios públicos, antes que por el crimen organizado (https://articulo19.org/informe-semestral-2023-violencia-contra-la-prensa-entre-ataques-estigmatizacion-y-ausencia-del-estado/). La Ciudad de México ocupa el tercer lugar de las entidades con la mayor incidencia de ataques contra medios de comunicación y periodistas.
Ante los datos, por encima de cualquier suposición, apreciación u opinión, existe un contexto documentado, dentro del cual resulta preocupante lo naturalizado y normalizado que resulta tanto para López como para sus columnistas aplaudidores y lacayos, agredir a una periodista descalificando su trabajo sin pruebas para contradecirle (estigmatización) y al publicar su número telefónico personal, así como el correo electrónico como lo hizo con la periodista y la jefa de corresponsalía respectivamente, del NYT.
Como si lo anterior no fuese suficiente, López acrecentó que ninguna ley está por encima de la autoridad política. Una mentira más a sus dichos falsos/engañosos, pues de acuerdo con la Ley Federal de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/655902/LFTAIP_20-05-21.pdf es sujeto obligado a garantizar este derecho humano “cualquier autoridad […] así como cualquier persona física, moral o sindicato que reciba y ejerza recursos públicos federales o realice actos de autoridad” (art. 1 LFTAIPD).
López miente al suponerse a él y sus acciones por encima de la ley, cuando las leyes con perspectiva de derechos humanos, existen para ponerle límites al poder y sus abusos. López no es el Estado. Es apenas un representante del Poder Ejecutivo, popularmente electo por una ciudadanía con derechos.
La ciega defensa a ultranza a las abusivas agresiones de López, normalizadas a fuerza de repetición victimizada, han alimentado una propaganda que incluso institucionaliza los ataques desde la mañanera,como una política de comunicación gubernamental, con la cual se usurpa el debate público, dominado por los intereses partidistas del gobierno en turno.
López no habla en calidad de un ciudadano como cualquier otro, ejerciendo su derecho de réplica ante imprecisiones divulgadas por un medio de comunicación. Lo hace desde el púlpito de su Mañanera diaria, replicada a nivel nacional a través de la televisión pública, donde no se admiten críticas ni disidencias; un entorno controlado donde se permite o no la entrada de reporteros y periodistas previamente aprobados, un espacio de comunicación gubernamental usado para señalar arbitrariamente, sin fundamentos, a detractores y críticos del obradorismo.
Esa jerarquía, por ende, desigualdad de interlocutores, invisibilizada o negada por parte de los cuatroteistas ha solapado, justificado e incluso defendido una agresión pública contra una periodista, cometida a todas luces en contra de los más básicos estándares internacionales que protegen el derecho humano a la libertad de expresión.
No están al mismo nivel del poder ejercido por un jefe de Estado, un jefe supremo de las fuerzas armadas, en un país donde el Ejército espía a periodistas y activistas https://ejercitoespia.r3d.mx/ / https://www.article19.org/resources/mexico-army-spyware-journalists-activists/ y un medio de comunicación, convertido en un blanco de ataques y usando datos personales de una periodista para ser exhibida, ridiculizada.
Reducir las críticas a los abusos de López, como un resentimiento, aversión u odio contra él, es una falacia ad hominem bastante simplista, que busca reducir el verdadero problema a la forma como ejerce el poder que la envestidura presidencial le confiere.
A quienes tanto asusta el resurgimiento del neofascismo y las ultraderechas en países como Argentina, debería preocuparles menos el “intervencionismo yanqui”, y comenzar por cerrarle la puerta a la comadreja en el gallinero, antes de que no haya marcha atrás al terreno que se ha tragado el autoritarismo autocrático de la 4T.
Cruda realidad, por lo que debemos analizar muy bien si el próximo 2 de junio del 2024, se votará por seguir con lo mismo, o lograr el México que soñamos sin autoritarismos y pisoteos de las leyes, creyendo que ilusamente, se puede estar por encima de las leyes.