López Obrador terminó su andar por el país para agradecer a quienes votaron por él.
En sus mítines, el ganador de los pasados comicios Presidenciales se mostró como el hombre de oposición, el que señala a la mafia del poder y advierte que cambiará todo sólo por sentarse en la silla Presidencial.
A menos de 40 días de tomar posesión como Presiente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador reiteró sus promesas de campaña. Sus eventos masivos fueron una extensión de su pasada campaña y comprobó que México quiere un cambio verdadero y que no se conservará con frases ocurrentes.
López Obrador agradeció a los mexicanos por borrar las diferencias, sin embargo en sus discursos de las últimas semanas lo que ha propiciado precisamente es la polarización, ahí están las consultas sobre el nuevo aeropuerto de la CDMX, el Tren Maya, la refinería en Tabasco, entre muchos temas más.
“Hoy no hay divisiones, hay voluntad, hoy no hay dudas, hay proyectos, hoy no hay imposibles porque hemos trazado las metas”.
El ganador de las elecciones presidenciales del pasado primero de julio, afirmó que en Chiapas están listos para que a partir del primero de diciembre construyamos juntos, desde el sur, la cuarta transformación de México».
Durante sus visitas de agradecimiento, vimos nuevamente al López Obrador combativo, el hombre de oposición que gana más criticando que proponiendo.
Así, Andrés Manuel retomó sus frases de “la mafia del poder” “la prensa fifí” “me canso ganso” que tanto gusta a sus seguidores, pero no cae bien en la figura de estadista que debe de asumir.
Muchas de sus declaraciones en estos mítines no fueron bien recibidas por diversos sectores del país.
En un poco más de un mes, Andrés Manuel jurará como Presidente y aunque le sea más cómodo estar en mítines, tendrá que ponerse la banda presidencial y actuar como mandatario, que es el papel que nunca ha jugado.