Siendo un termómetro de la sociedad toda su vida política.
Siempre cerca de la población, con más de 20 años de giras y eventos en todos los pueblos y ciudades de México, llama la atención que Andrés Manuel López Obrador no tenga respuestas para el alarmante problema del feminicidio en el país.
Es más, el Presidente provoca a los colectivos feministas para que cada vez que quieran protestar lo hagan de forma más violenta o mejor dicho, estridente.
“No me pinten las puertas y paredes de Palacio Nacional” es lo que ha podido decir el Presidente de México ante hechos que alarman.
Según diversas estadísticas, 10 mujeres son asesinadas en México.
En su más reciente informe, la Asociación Alto al Secuestro informó el número de plagios contra mujeres aumentó 24.2 % en 2019 con respecto a 2018.
Precisó que mientras 330 mujeres fueron víctimas de ese delito en 2018, el año pasado se contabilizaron 410.
El porcentaje de mujeres privadas de su libertad, en relación con el total de víctimas, pasó de 17.9 a 21.7 % en el mismo periodo. Durante el año pasado, el secuestro de mujeres creció en 15 Estados del país, en 4 no presentó cambios y en 13 disminuyó.
El caso más grave es el de Veracruz, que pasó de 58 víctimas en 2018 a 89 en 2019. También fue la Entidad con más víctimas a nivel nacional. Le siguieron Estado de México, donde la cifra de víctimas pasó de 46 a 57 a nivel nacional, y la Ciudad de México, de 21 a 55.
El feminicidio es uno de los problemas más urgentes en resolver en México, no sólo por su alto índice sino también por el terror que genera.
Actualmente no hay mujer que no sienta miedo de salir.
Los femicidios son el ejemplo de que el Presidente no ve la realidad de país, crea escenarios donde su posición política brille.
En los femicidios no se vale decir que tiene otros datos, los datos ahogan al Presidente y así podemos señalar también los índices económicos.
Ya vamos conociendo a AMLO.