miércoles, 13 de noviembre de 2024.

Enfrentamos un contexto de gran polarización, en el que los debates importantes degeneran en insultos: Presidente de la Corte

El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministro, Arturo Zaldívar, afirmó que todos los ciudadanos anhelamos un futuro en el que queden atrás las desigualdades y la discriminación, exacerbadas por la pandemia. Por ello, afirmó que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación apuesta por una generación de juristas formados en el paradigma de los derechos, con el respeto a la dignidad humana como faro. 

En su colaboración semanal en un diario de circulación nacional, el ministro presidente del alto tribunal, manifestó, que “decir que el futuro está en manos de los jóvenes es, desde luego, un lugar común. Pero en el contexto de las tribulaciones por las que hoy atraviesan nuestras sociedades, es una afirmación que debemos tomarnos en serio”.

Dijo que, que hoy enfrentamos una de las crisis más abrumadoras de la historia reciente. La propagación del COVID-19 ha cobrado incontables vidas, ha doblado sistemas de salud pública que parecían imbatibles, ha debilitado la actividad económica al grado de la parálisis y ha puesto en jaque esfuerzos internacionales por resolver la emergencia. Por otro lado, la pandemia funciona como acelerador de otros problemas que lastiman nuestra sociedad: desigualdad, pobreza, falta de acceso a servicios de salud y educativos de calidad, violencia de género, etc.

Arturo Zaldívar, afirmó que enfrentamos un contexto de gran polarización, en el que los debates importantes degeneran en insultos. 

Un ambiente en el que los extremos se acentúan, la generosidad es escasa, y el racismo, la xenofobia y la discriminación en contra de las minorías encuentran eco con facilidad. Alcanzar los acuerdos que necesitamos para salir adelante, con unidad, parece un reto insuperable.

Sin embargo, otro futuro es posible. Un futuro con sensibilidad social y generosidad. Un futuro con responsabilidad cívica y comunitaria. Un futuro con ciudadanas y ciudadanos con iniciativa, capaces de dialogar otra vez y dispuestos a alcanzar consensos; a imaginar soluciones creativas y a hacerlas realidad.

Los esfuerzos deben, señaló el ministro, centrarse en que las nuevas generaciones no olviden que el respeto por la dignidad humana es la base de un orden social civilizado, lo que pasa por formar a nuestros jóvenes en un paradigma de los derechos. El paradigma de los derechos es una forma de entender la realidad social y nuestro papel en ella, que pone en el centro de las decisiones un compromiso muy serio con los derechos humanos. Mirar la realidad en clave de derechos humanos significa poner las necesidades de las personas primero, y ser especialmente sensibles a las estructuras de poder, que oprimen a los grupos más vulnerables de la sociedad.

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