El sismógrafo portátil instalado por el Servicio Sismológico Nacional en la FES Acatlán, como parte de las acciones impulsadas por el gobierno de Naucalpan para determinar el origen de los estruendos en Praderas de San Mateo, está en funcionamiento y detectó los microsismos registrados en este municipio los pasados 28 de agosto y 3 de septiembre.
Moisés Minquini Matilde, coordinador de Protección Civil y Bomberos de Naucalpan, informó que por instrucciones de la alcaldesa Angélica Moya Marín, se trabaja con autoridades del Estado de México y especialistas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) y el Servicio Sismológico Nacional (SSN), ambos de la UNAM, para determinar con precisión las causas de los estruendos, con el objetivo de salvaguardar a los habitantes de dicha comunidad y sus bienes.
Aseguró que especialistas de la FES Acatlán elaborarán un mapa geológico de la zona de Praderas de San Mateo, lo que es complicado y requiere investigación y estudios, por lo que ya está en funcionamiento el sismógrafo portátil del Servicio Sismológico Nacional (SSN) instalado en la FES Acatlán.
Minquini Matilde dijo que Protección Civil municipal utiliza un georradar para detectar cavidades en la comunidad, lo que hasta el momento es negativo, además de capacitar a colonos para saber qué hacer en casos de emergencia y próximamente quedarán integradas brigadas comunitarias al respecto.
Ricardo García Valdivia, coordinador del Programa de Ingeniera Civil de la FES Acatlán, afirmó que el sismógrafo portátil detecta la onda de movimientos, con lo que los especialistas pueden definir magnitud, profundidad y otros datos acerca del sismo.
“Es para obtener datos representativos y está registrado en la red de mediciones de geofísica de la UNAM, entonces trasmite en tiempo real lo que se vaya midiendo”, expresó.
García Valdivia recordó que está en proceso la elaboración de un plan de trabajo conjunto con el Instituto de Geofísica de la UNAM, del que depende el SSN, lo que está supeditado a varios factores, como la disponibilidad de tiempo, los espacios y sobre todo los equipos de medición que se tengan.
Mencionó que el asunto puede atenderse desde dos puntos de vista: de la geología, para analizar qué es lo que ocurre en el entorno y produce los movimientos del subsuelo, y el estructural, para atender las necesidades de la población cuyas viviendas sufrieron algún daño.