El 14% de la gente que es rechazada en una entrevista laboral es porque no se sabe vender, y el 6% es por tener una mala imagen. Pon atención que esto es lo que tienes que tener bien claro en tu lenguaje corporal a la hora de asistir a una entrevista de trabajo.
Cuida tu postura
Si te sientas en la puntita de la silla tendrás una posición muy agresiva e intimidante, como si los estuvieras retando. Si te recargas hacia atrás como si te acabaras de comer quince tacos (y una Coca-Cola Light, obvio), vas a parecer perezoso y desinteresado. Lo mejor es estar en una posición “natural”, sentado en medio de la silla con la espalda recta y ligeramente hacia delante.
Controla los nervios
Las señales más típicas son mover mucho las manos y las piernas o bailotear en la silla. Es normal que estés nervioso y los reclutadores lo saben. Sin embargo, es súper importante que no andes como niño inquieto para que el entrevistador no se distraiga y pueda obtener la información clave que te hace el mejor para el puesto. Por favor, olvídate de estar haciendo ruiditos con la pluma en la mesa.
Manos a la vista
Las manos siempre nos traicionan cuando estamos nerviosos, y una de nuestras mañas inconscientes pera evitarlo es esconderlas, ya sea debajo de la mesa o detrás de la espalda. Eso es un GRAN error. Lo mejor es siempre dejarlas
a la vista del entrevistador, poniéndolas sobre la mesa (como las cartas). Así estás mandando el mensaje de ser alguien honesto, abierto y accesible.
Contacto Visual
Es una de las señales de interés más importantes. Por supuesto no se trata de mantener contacto visual durante toda la entrevista sin pestañear y con cara de loco. Lo importante es que puedas sostener la mirada con el reclutador por algunos segundos, y, sobre todo, cuando te dé información importante o te esté haciendo alguna pregunta. Como dicen por ahí: sonríe y asiente.
Saludo y despedida
Lo mejor es saludar siempre de mano con un saludo firme, pero sin apretar tanto, no le quieres romper los dedos al reclutador.Eso del beso mojado y el abrazo de tamal déjalo para tus cuates y tu familia. Se trata de ser profesional. El punto es demostrar tu interés y carácter sin parecer agresivo (o entusiasta, dirían por cordialidad) ni un blandengue sin iniciativa.