La administración de Donald Trump ordenó que al menos 70 niños menores de un año se presentaran ante los jueces de inmigración desde octubre pasado, y algunos comparecen sin representación legal.
Según datos del Departamento de Justicia revelados este miércoles por el Texas Tribune y el Kaiser Health News, el número de bebés que comparecieron ante los jueces de migración se triplicó en 2017 en comparación con el año anterior.
El periódico detalló que aproximadamente tres cuartas partes de los niños que han sido forzados a comparecer ante un tribunal han tenido representación legal para ayudarlos a defenderse para poder permanecer en Estados Unidos.
Según los informes, se dejó que los demás se representaran a sí mismos, a pesar de tener 12 meses o menos.
Las autoridades le dijeron al Texas Tribune que la mayoría de los niños menores de 1 año cruzan la frontera de Estados Unidos y México con un padre, en cuyo caso de deportación procedería de manera conjunta.
Sin embargo, los funcionarios, que no fueron identificados, dijeron que algunos de los bebés fueron calificados como “no acompañados” después de que fueron separados de sus padres bajo la política de “cero tolerancia” de la administración Trump, que fue anulada en junio.
Según la política, cerca de 3 mil niños fueron separados de sus padres en la frontera de entre Estados Unidos y México.
Robert Carey, quien anteriormente dirigió la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR), que es responsable del cuidado de menores no acompañados, dijo que el resultado de la política de separación familiar fue una “crisis de la creación del gobierno”.
