Sin lugar a dudas el que exista discriminación no es nada favorable en ninguna sociedad que presuma que tiene democracia y se respeten los derechos humanos, porque va en contra de todos los derechos.
Desafortunadamente en nuestro querido México la discriminación, el clasismo, el racismo se han estado presentando durante esta pésima administración de la nefasta 4-T, sin que nadie haga nada para sancionarlo y menos para evitarlo.
Basta recordar lo acontecido hace unas semanas y denunciado en la CDMX en un famoso restaurante donde se denunció que de un lado pasaban a los clientes de tez clara y del otro a los morenos. Asimismo, se publicaron una decena de quejas de empleados y ex trabajadores, quienes acusaron a los dueños del sitio de malos tratos y de tener actitudes clasistas y racistas. Obviamente el grupo empresarial al que pertenece ese restaurante lo rechazó, en tanto el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la ciudad ha abierto un expediente para evaluar las quejas.
Basto una denuncia anónima para que se reabriera el debate del racismo en México. Dadas las características de como en ese restaurante decidían como distribuir a los comensales. De acuerdo a lo denunciado, en un área llamada Gandhi, se ubican a la gente “que no es caucásica”., y en el lado contrario, en el área Mousset, se destina a “puras personas caucásicas” siendo el trato totalmente diferente. Destacándose que el director de la marca, se molestaba si alguien de sus empleados sentaba a alguien que se ve pobre, porque daba mala imagen al restaurante.
Posteriormente a esa denuncia, aparecieron como se señaló, una decena más de acusaciones anónimas de supuestos trabajadores o exempleados del lugar que reportan malos tratos, abuso laboral y discriminación. Entre las que destacan que no contratan a chaparros ni a morenos para el personal de puerta, preferentemente extranjeros, blancos, delgados, agradables a la vista. El tema está en investigación por parte de autoridades de la CDMX
En esa Línea, recibí de manera anónima, una denuncia respecto a un caso de discriminación en un hospital de la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco, Puerta de Hierro Sur, en donde a un ciudadano que llegó a este hospital a realizar una actividad derivada de su trabajo, y aun cuando acorde a las reglas que cada hospital tiene y que esta persona respeto, porque así lo hace en cada hospital a los que visita, reitero, por cuestiones de su trabajo, como lo es registrarse y acreditar el porqué de su presencia, como representante médico, importante labor de visitar a médicos, especialistas, para el tema de medicamentos, padeció discriminación.
Labor reitero importante, porque por ejemplo cuando se lanza un producto nuevo al mercado, les proporcionan a los médicos toda la información al respecto, el cómo funciona, si es que existen contraindicaciones para el paciente si es que pueda combinarse con otros medicamentos, los representantes médicos deben estar muy bien preparados. Inclusive ya en la ciudad de Tepic, Nayarit, ya existe la carrera de Representante médico. Es por ello que, en la actualidad, ya la mayoría de los laboratorios, que es donde estos representantes médicos laboran, ya piden que cuenten con la carrera, que tenga su cédula profesional, como requisitos. Ser representante médico es tan respetable e importante como cualquier otra carrera profesional.
Es por ello que la persona que sufrió en este hospital de discriminación, me informa que en todos los años que lleva ejerciendo su trabajo, y que son más de dos décadas, nunca había padecido una situación igual, dado que al ingresar al hospital le preguntan a dónde se dirige y si es representante médico, a lo cual contesta que sí lo es y que tiene cita para visitar a un médico de ese hospital. Y quien lo recibió le señala que le solicitará unos documentos para que se registre, respondiendo que nunca se los habían solicitado, pero que está en la mejor disponibilidad de hacer lo que le indiquen, para que en su próxima visita los lleve. Al conocer los documentos que le piden, como la carta de donde labora, su identificación, se compromete a llevarlos.
El problema se presentó, porque acorde a la cita que tenía con un médico para visitarlo, y llegó tiempo antes, para no presentarse retrasado, le comenta a quien lo estaba atendiendo que, si podía al Lobby del hospital a esperar la hora de su cita, resaltando que en esa área no había ninguna persona, además que esa zona está fuera del área de consultorios, fuera del área de elevadores, y quien lo atendía le indica QUE NO PUEDE PASAR A SENTARSE EN EL LOOBY. Ante lo cual el representante médico le cuestiona que si por ser representante médico no puede pasar a sentarse. Respondiéndole afirmativamente. Con esa respuesta, el representante le indica que también es paciente del hospital, y la nueva respuesta es que no puede pasar a sentarse porque no tiene cita como paciente.
Derivado de esa nueva negativa, el representante médico solicita hablar con el superior jerárquico de quien le estaba atendiendo y prohibiendo pasar y sentarse en el lobby. Al presentarse esta segunda persona, le reitera que no puede pasar a sentarse porque es para pacientes. Razón por la cual el representante médico le señala que, si se es paciente o no, no debe negarle poder sentarse solamente por ser representante médico. Y la negativa continuó, argumentando así son las reglas.
El representante médico tuvo que comunicarse con un médico del hospital para que quedara asentado que entraría en calidad de paciente. Y así fue la manera en que acceso al hospital. Y dentro del hospital y comentándolo con el médico que lo recibió, y con quien tenía la cita por cuestiones de trabajo, ambos no daban crédito a lo que les platicó de la forma en que había sido tratado, que era una clara muestra y acción de discriminación.
Que tristeza estimados lectores, que en pleno siglo XXI en un hospital prestigiado y además de los más caros de Guadalajara, por no ser paciente, NO TE PERMITAN SENTARTE EN EL LOOBY, POR SER REPRESENTANTE MÉDICO. Que son quienes, con su respetable trabajo, apoyan a los médicos, a los mismos hospitales, y se cometan estos actos que no pueden ser clasificados más que como DISCRIMINATORIOS.
En la vida siempre he luchado en contra de las injusticias, en contra de personas que abusen de otros, por el cargo que tengan, o por las impositivas e inhumanas reglas que impongan en algún lugar, sea oficina, empresa, y mucho menos en un hospital. Tal parece que esta pandemia que seguimos padeciendo no les ha servido a muchas personas para cambiar, para humanizarse, para ser sensibles, educados y siguen comportándose de una manera tan vil y sin calidad humana. Lo que he descrito puede suceder en cualquier lugar y es muy criticable. Pero peor aún que ello suceda en un hospital. ¿Qué más nos falta padecer para que las personas se comporten más humanas?
