viernes, 20 de septiembre de 2024.

¿Combatiendo o protegiendo la corrupción?

En su afán de tener más dinero para seguir comprando votos, López continúa desapareciendo todo lo que puede y ya encarrilado, acabar con todo lo que sea independiente. Como es el caso de los organismos descentralizados y desconcentrados, pero sin analizar, evaluar, si su desaparición beneficia o perjudica que lo haga. Claro, lo que él busca es quedarse con esos presupuestos.

Y en lugar de insisto, analizar cuáles de ellos son importantes para la vida pública del país y fortalecerlos antes de desaparecerlos. En ese tenor es muy importante que lo piense y analice súper bien, en cuanto al Sistema Nacional Anticorrupción, el cual, para borrarlo del mapa, se le ha venido presentando como un sistema que no funciona.

¿ENCARCELAR PERSONAS O COMBATIR LAS CAUSAS?

Pero antes de desaparecerlo, había que determinar qué es lo que realmente no funciona. De inicio, lo que no funciona es la concepción del combate a la Corrupción, dado que se ha insistido en innumerables ocasiones que combatir la Corrupción significa encarcelar a los corruptos. Asimismo, en esta administración se insiste en lo mismo que desde el sexenio de Miguel de la Madrid, han dicho, que combatir la corrupción es “pescar peces gordos”. Creyendo que, si se lleva a la cárcel a gente importante, con ello se acabó la corrupción.

Ahora con López, su frase es “se barren las escaleras de arriba para abajo”, que a final de cuentas significa lo mismo. Permaneciendo esa confusión entre combatir las causas de la corrupción, las que generan y dan espacio a que haya esa corrupción, y combatir los resultados, a los efectos cuando ya sucedió, cuando ya se dieron cuenta, cuando el niño ya está en el pozo, pero el pozo sigue abierto.

Por ello es muy importante analizarlo, dado que el Sistema Nacional Anticorrupción fue diseñado para combatir causas, no para encarcelar a personas.

BOICOTEANDO AL SISTEMA ANTICORRUPCIÓN

Por otra parte, este sistema está integrado por el Tribunal de Justicia Administrativa que no quedó finalmente conformado hasta la fecha. Está integrado también por la Secretaría de la Función Pública, la cual cambió de titular al no llevar a cabo sus funciones como deberían Irma Eréndira Sandoval, quien además emitió un programa de Combate a la Corrupción, que no correspondía con la política nacional anticorrupción que emitió el propio Sistema Nacional Anticorrupción, hasta enero del 2020 y que hasta este 2022, sigue sin cumplirse.

De igual manera, la Fiscalía Anticorrupción nunca tuvo los recursos necesarios para poder desarrollar su trabajo y operar como se requería, lo cual ha sido denunciado en múltiples ocasiones. De hecho, los casos más importantes de corrupción, entendidas como persecución de peces gordos, no se encuentran en este Sistema, lo cual es inaceptable, ridículo, increíble que así sea, dado que en esta administración de la 4-T iniciada el 1 de diciembre del 2018 quien se ha encargado de hacer la integración de los expedientes ha sido, Alejandro Gertz Manero en la Fiscalía General de la República, y no la Fiscalía Anticorrupción como debería ser.

Importante señalar que el Consejo de la Judicatura que es otra de las piezas importantes en este entramado, cambió recientemente sus reglas, a partir de la Reforma propuesta por el Ministro Arturo Zaldívar, planteándose ampliar su mandato dos años más, para que se diera cumplimiento a esa reforma, cuando es solamente es la propia reforma del Poder Judicial sin conexión de sentido con el resto de las piezas que permitirían combatir las causas de la corrupción.

Por otra parte, el INAI, que es otra pieza clave, ha estado bajo asedio desde que inició esta administración de López y su 4-T. Finalmente, quien también juega un papel importante es la Auditoría Superior de la Federación, que ha presentado tropiezos fuertes en cuanto a que sus auditorías demuestren esa corrupción.

En cuanto al Comité de Participación Ciudadana, no se le dieron los recursos que requería, nadie le hace caso y solamente quedó integrado por una sola persona que es Jorge Alatorre, a quien como comúnmente se dice “nadie lo pela” no le contestan ni siquiera las llamadas.

Con todo está patética realidad, salen con que el Sistema Nacional Anticorrupción no funciona, porque no hay las suficientes personas corruptas encarceladas. Reiterando que no se trata de encarcelar a las personas, sino atacar las causas de la corrupción, las cuales permanecen intactas, propiciando que se acrecentara enormemente en este sexenio, a ojos de todos sin que se haga nada.

La más reciente evaluación de Transparencia Internacional coloca a México por debajo del nivel que tenía nuestro país en el 2012. Asimismo, el World Justice Project, otra de las mediciones globales, nos coloca nuevamente en los de la lista de abajo en el mundo entero en materia de Causas que generan la Corrupción.

Cuando es esta administración en global la culpable de que haya aumentado la corrupción que incluye a funcionarios y personas muy cercanas a López, inclusive a sus familiares como hermanos, primos, cuñadas, ahora pretenden que quien pague los platos rotos sea el Sistema Nacional Anticorrupción a quien han bloqueado, boicoteado, no le han prestado atención, no le han dado el presupuesto que necesita, argumentando que no da resultados.

Obviamente ninguna Institución u Organismo, puede dar resultados, si lo que se ha hecho es anular sus posibilidades de poder funcionar. Y, antes al contrario, han saboteado que este Sistema pudiera trabajar y cumplir con sus objetivos.

Para finalizar también en este delicado tema del combate a la Corrupción, López quiere ir hacia atrás, ahora al sexenio de Miguel de la Madrid, (1982-1988) con su Renovación Moral, término que por cierto fue creado por Samuel del Villar, en esos tiempos priista, que después brincó como buen chapulín al PRD y llegó a ser el primer Procurador de Justicia del DF cuando López fue jefe de gobierno (2000-2005).

De la Madrid afirmaba que lo que hacía falta era un Zar Anticorrupción, y quien desarrollo esa función fue Arsenio Farell Cubillas, cuyos objetivos no se lograron y cayeron en un rotundo fracaso. Teniendo como consecuencia que la corrupción en México aumentara enormemente.

Esperemos que, si realmente López quiere cumplir su promesa y compromiso de campaña de acabar con la corrupción, que hasta este febrero del 2022 NO LO HA HECHO. Analice con seriedad el desaparecer al Sistema Nacional Anticorrupción, y mejor le deje trabajar otorgándole los recursos que necesita. Al menos que, ante tanta corrupción que lo ha venido aplastando, prefiera mejor desaparecerlo. ¿Usted que piensa estimado lector?

 

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