¿A dónde va Jesús Padilla? ¿Abuso o falta de dinero en Profeco?
¿ ”Donativos” de 500 pesos por persona por gritar en defensa de AMLO?
Romo y sus “ocurrencias” a costa del erario
Pensión para adultos Mayores, un programa social insignia del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) que ha sido una desilusión para mucha gente necesitada. Se tiene que enfrentar a una brutal burocracia para tener acceso a un dinero bimestral y poder, de alguna manera, desafiar la terrible situación económica y la incontrolable pandemia que nos sigue perturbando.
Con bombo y platillos, la Secretaria de Bienestar informa que su “Línea de Bienestar”, registra un acumulado de un millón 195 mil 463 llamadas telefónicas atendidas. Y, en cuanto a trámites específicos, señala que atiende solicitudes de incorporación al padrón de derechohabientes, corrección o actualización de datos y también recibe reportes de extravío o robo de la Tarjeta de Bienestar, entre otras atenciones.
Obvio, lo que no dice la dependencia; pero la gente lo vive en carne propia, es que, este servicio telefónico es deficiente y sumamente burocrático. Se entiende, personal que está detrás de un aparato telefónico, solo cumple con su deber de atender, pero no de solucionar los problemas o quejas que a diario se manifiestan.
Eso sí, una amabilidad exagerada pero sin respuestas satisfactorias. Según los datos de la secretaria, la Línea de Bienestar ha realizado 99 mil 410 trámites para derechohabientes adultos mayores y 38 mil 121 para personas con discapacidad. Pero, ¿Cuántas fueron efectivas? ¿Cuántas respondieron a los intereses de los beneficiarios?, entre otras interrogancias.
Hay infinidad de personas de este sector vulnerable de la población que, supuestamente los inscribieron desde enero de este año y resulta, en muchos casos que, no están registrados como tal. Nuevamente habría que hacer el trámite; nuevamente enfrentarse a la burocracia.
-“Espere la llamada de uno de nuestros representantes para hacerle la cita para que lo visiten a su domicilio…, dice la voz que atiende la llamada.
Pero, ni llamada ni visita. Nuevamente, comunicarse a la “Línea… “; de nueva cuenta el mismo “discurso” y nuevamente esperar. Si hay suerte –más que eficiencia-, se hace la visita; entregar copias de los documentos exigidos (credencial del INE, CURP, Acta de nacimiento y comprobante de domicilio), firmar el documento-encuesta y toma de la fotografía. O sea, otra vez el mismo trámite.
Con más suerte, si se supera el burocratismo, le hablaran para decirle que tiene que ir por su tarjeta de Bienestar o si se la entregan en su domicilio, quien sabe cuándo. Con muchísima más suerte, si le entregan la tarjeta, ¡está vacía! Y tendrá que esperar otros 20 días más para poderla activar, porque ¡no hay dinero!
Eso sí, la agrónoma le aseguró al Presidente que se cumplieron al 90 % con los programas, cuando era titular de Bienestar. Pero, sigue el mismo (o peor) burocratismo. Como diría un ex empleado de esta Secretaria… “es un desma…”.
Padilla y la COPARMEX nacional
Hace unos días, llegó como relevo en la COPARMEX de la Ciudad de México, un experimentado empresario, Armando Zúñiga Salinas. Ahora, se hace cargo de la presidencia de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Alberto Rosales, en sustitución, en ambos casos, de Jesús Padilla Zenteno.
Jesús, no cabe duda, realizó un buen desempeño al frente de estas dos corporaciones. Su trabajo, ahí está documentado. De voz fuerte, pero siempre conciliador. Trato con respeto y se defendió como pudo en los gobierno capitalinos de Miguel Ángel Mancera y de la actual Claudia Shembaum.
Ahora, ¿a dónde va? Es un empresario sí, pero sabe manejar muy bien la política. La última vez que pude platicar con él, no me aseguró, pero tampoco negó que podría ser su siguiente paso, la presidencia de la COPARMEX nacional. ¡Suerte!
¿Abuso o falta de dinero?
Pues resulta que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), informó que cambia de dirección su Oficina de Defensa del Consumidor Zona Oriente de la Ciudad de México, porque le subieron la renta en un 164% más.
Se va de la alcaldía Iztacalco a la de Iztapalapa. Si, estaba en calle Azafrán 18, colonia Granjas México, y se establece ahora en calle Año de Juárez No. 238, colonia Escuadrón 201 a partir del próximo lunes 28 de septiembre.
Profeco, aduce que el cambio de domicilio obedece a la falta de acuerdo para renovar el contrato de renta, ya que el arrendador en Iztacalco, pretendía un incremento de 164% en el pago.
Además, como sucede en todo Iztacalco, aunque se tenga cerrado el local, siguen cobrando. Profeco, no prestaba servicio al público en Granjas México, desde el pasado 10 de septiembre, en atención a las medidas sanitarias de prevención por la pandemia.
Cabe señalar que, la Institución no mencionó cuanto pagaba de renta al mes. Entonces, se cambia de domicilio ¿por abuso del arrendador o por falta de dinero? Conste, es una pregunta.
¿”Donativos” de 500 pesos por persona por gritar en defensa de AMLO?
Ya se habían tardado. Tal parece que para contrarrestar el movimiento de FRENAA, que ya se instaló en el Zócalo de la Ciudad de México, dicen que la dirigencia de Morena en esta capital, empezó a mover a su gente y que, para hacerlo más efectivo, se está dando una ayuda o “donativo” de 500 pesos por persona para sus “alimentos”. ¿Sera?
Parece que es la misma táctica que utilizaban tanto el PRI como el PRD para defender a sus Presidentes. Eso sí, dicen, tienen que ser, los a favor de AMLO, muy aguerridos, entrones y luchones. De lo contrario, no hay donativo. Dicen.
¡Vaya con Romo!
Sí que ha tenido sus ocurrencias el alcalde en la Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo. Pero, ¡a costa del erario público! Y, también –como bien lo aprendió de sus ex jefes del PRD- acosa y hostiga a sus contrincantes políticos. ¡Una lástima por el trapecista político!
De verdad, como me dan lástima algunos indigentes del periodismo. Principalmente los que están incursionados en dizque organizaciones de periodistas. Denigran al gremio. ¡Una lástima!
Ni Chairo, ni Fifí; mucho menos traidor.