Tus amigos te dicen que aman el home office, que si fuese por ellos no regresarían a la oficina porque su rendimiento es más efectivo en casa, han dado mejores resultados y se sienten mucho más felices. Sin embargo, tú no compartes el mismo sentimiento, todo lo contrario, te concentras menos, tu energía es escasa y hasta tu estado de ánimo ha decaído. Anhelas volver a tu espacio de trabajo, has notado que comes de más, fumas el doble y te es imposible mantener una buena energía. Piensas que el home office no se hizo para ti y que necesitas salir de él cuanto antes porque las consecuencias negativas están recayendo en ti y tu bienestar.
El no sentirte bien con el home office no es una locura, se trata del Síndrome Burnout que, de hecho, podría traerte problemas en tu salud física y mental. La OMS aún se encuentra estudiando este padecimiento porque ya es considerado como un problema de salud a nivel mundial.
El Síndrome de Burnout o trabajador agotado afecta al 10 por ciento de los trabajadores en todo el mundo y el 5 por ciento lo sufre de manera severa, de acuerdo con Antoni Bulbena, director de docencia e investigación del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar. Éste integra el desinterés por llevar a cabo tus tareas, bajo rendimiento y desgaste emocional y físico.
Se trata de una respuesta de tu cuerpo que tiene ante el estrés cuando se encuentra en condiciones extremas, esto podría provocarte la disminución de tu calidad de vida. De acuerdo con Bulbena, las personas más afectadas son aquellas que poseen una personalidad perfeccionista o con un sentimiento de fuerte compromiso.
