Mientras que buena parte de las sedes de la Copa del Mundo Rusia 2018 presumen de ser gigantescas urbes con vocación comercial, industrial y turística, en Saransk las cosas son muy diferentes. Para la mayoría de los rusos, esta apacible metrópoli tiene un aire casi rural e íntimo.
Entonces, ¿por qué fue elegida para albergar una competencia deportiva de dimensiones tan grandes? El alcalde de la ciudad, Piotr Toultaiev, lo resume en pocas palabras: “Porque estamos en el centro de todo”. A 630 kilómetros de Moscú, su distancia respecto a otras sedes es corta, sus conexiones son perfectas y permite descansar del ajetreo urbano que se vivirá en otros recintos. Pequeña, pero entrañable.
Eso no quiere decir que no haya nada qué ver por aquí. En Saransk se respira historia a cada paso. Es famosa por sus templos ortodoxos, cada uno, un espectacular ejemplo de la maestría arquitectónica que a lo largo de los siglos han mostrado los constructores rusos.
Entre los más llamativos está la Catedral del Guerrero Justo Teodoro Ushakov, terminada en 2006 y que demuestra que el arte de construir templos monumentales se mantiene vigente en esta nación euroasiática.
Es uno de los edificios más grandes de la ciudad (además de que está en el Centro), por lo que será parada obligada para los turistas que asistan a la justa mundialista. Sus cúpulas doradas brillan de forma espectacular bajo el Sol, creando un hermoso contraste con sus muros pintados en azul pastel. El nombre del templo ortodoxo es en honor al almirante Teodoro Ushakov, quien comandó la flota rusa en el Mar Negro entre 1790 y 1792, convirtiéndose en el protector de los habitantes de esta región
Para los amantes de la cultura, un alto obligado es el Museo de Bellas Artes (calle Kommunistícheskaya 61). Sus mil 500 objetos en exposición nos ofrecen una buena muestra de la rica vida cultural que ofrece esta urbe. En su interior hay esculturas de Stepan Erzya (1876-1959), nativo de Saransk y cuyas obras también se encuentran expuestas en Roma, Venecia y París.
Saransk se encuentra al Centro de la parte Europea de Rusia, por lo que su clima es fresco en parte de la primavera y el verano, aunque cuando llega el otoño e invierno la temperatura puede llegar a caer a -5 grados centígrados, por lo que si te gusta el frío, este será el Edén que estás buscando.
