lunes, 21 de octubre de 2024.

Una farsa anunciada

Los ingenieros agrónomos, más identificados como Extensionistas, son parte muy importante en la historia y de la historia del campo mexicano, de sus habitantes, de México, en sí. Su contribución desde la Revolución Mexicana, ha sido y es en defensa de la sociedad de la tierra.

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de México (CIAM) se funda en 1947. Su primer presidente fue el destacadísimo agrónomo Salvador Sánchez Colín. Desde entonces, se había cumplido el hecho del cambio de dirigencia en los términos estatutarios. Esto, hasta que asume la dirigencia Ernesto Guajardo y se mantiene por más de doce años, sin ninguna reactivación, y que al día de hoy, no existe.

Los agrónomos titulados y cedulados son los que integran el padrón de agremiados. Al estar constituido por los hombres mejor preparados para opinar sobre la problemática rural, conocimiento que debe ser utilizado en beneficio de la sociedad a la que pertenece. Incluso, para defender a la sociedad contra actos de gobierno que signifique una mala aplicación de la ciencia y la tecnología.

Por desgracia, actualmente no existe. La participación activa de los agrónomos en la cadena productiva ha permitido que los alimentos estén al alcance de toda la sociedad en su conjunto. Pero, hoy, se anteponen intereses personales y de grupo.

Hoy, es muy lamentable por lo que está pasando el Colegio de Ingenieros Agrónomos de México (CIAM), con una farsa anunciada, que confunde al mismo gremio, cuando personajes de cierto renombre apoyaron la imposición de Fernando Sánchez, en la presidencia de esta muy golpeada Institución.

¿Porqué en Jalisco la”coronación” de esta persona? Bueno, al parecer –nos comentaron nuestros informantes-, quien movió todo allá fue su paisano de Sánchez, Héctor Padilla, quien sigue en el gobierno estatal como secretario de Desarrollo Agropecuario. Al parecer, le siguió el juego a Jorge Galo y a Francisco Castillo Creus, y por supuesto a quien tiene en el hoyo, hundido, al Colegio; o sea, Ernesto Guajardo.

Jorge Galo Medina Torres, ya no es funcionario de la Sagarpa, pero ahora, dicen, pretende estar detrás del trono, manipulando a Fernando Sánchez, a quien le tomó la protesta este 31 de marzo, en Zapopan Jalisco. Pero, fue ante la exigua participación de los agrónomos de la República Mexicana.

Este podría ser otro paisaje muy triste en la historia de este gremio, porque por primera ocasión –en 70 años-, este acto protocolario, al que asistían como testigos de honor, inclusive, el Presidentes de la Republica, así como Secretarios de Estado y, toda la gama de funcionarios y líderes nacionales y locales –era una verdadera fiesta-, hoy se realizo en la total obscuridad, en lo “oscurito”, en un punto perdido de Zapopan.

Hoy, no hubo figuras públicas relevantes, pero sí asistió Ernesto Guajardo, un ex presidente del Colegio defenestrado en 2015, después de más de 12 años de servirse del CIAM, en lugar de servirle. Qué lástima.

Aseguran quienes lo conocen bien, que no hizo absolutamente nada por el gremio agronómico y ahora pretende seguir dentro del presupuesto del Colegio, usando a su tristemente célebre títere Fernando Sánchez –no lo digo yo, hay documentación y declaraciones de agrónomos al respecto-.

Galo Medina, quien en un acto inspirado en Hitler – ¿lo habrá leído?-, insiste, impuso a Fernando Sánchez, y nos aseguran nuestras fuentes, fue mediante una ceremonia que desde antes fue impugnada legalmente por ex presidentes del Colegio.

De Francisco Castillo, nos aseguran que por el solo hecho de ser actualmente el ex presidente más antiguo, preside la Comisión de Honor y Justicia del Colegio. Y, que en un acto insólito, consintió y dio validez a una toma de protesta sin la formalidad legal y mucho menos con la legitimidad del gremio agronómico nacional.

Pues, en la mayoría de las entidades del país, se manifestaron en contra y la consideraron como un atentado contra la inteligencia de los profesionales de la Agronomía.

Lo que no entiende todavía el gremio, es porqué Héctor Padilla, Secretario actual de Desarrollo Agropecuario de Jalisco, con una gran trayectoria, asistió para tratar de legitimar la imposición de su paisano,   Fernando Sánchez -¿por solidaridad?-,  pero quedó muy mal con los agrónomos de México.

En igual situación, al parecer, queda Alfredo López Valdovinos, presidente de la Confederación Nacional Agronómica, que podría recular –igual Padilla- y dar una explicación de su asistencia a este fraude. Más por nada por el prestigio de la organización y de quienes la integran.

Los ausentes

Lo que no sorprendió, fueron las ausencias de Rolando Delasse, Alfonso Macías Layle, César Turrent Fernández. Jesús Moncada y Sergio Samaniego. Es decir, cinco de siete integrantes de la Junta de Honor y Justicia del Colegio de Ingenieros Agrónomos de México, quienes –nos dicen-, se reusaron a participar en un acto protocolario irregular de toma de protesta.

También, no se prestaron a semejante farsa, de imposición, los rectores de las principales escuelas de Agronomía. No se sabe si los invitaron.

Nuestras fuentes, dicen que la historia de Galo Medina, Ernesto Guajardo, Francisco Castillo y, hasta Héctor Padilla, quedará escrito como “aquellos que por cuidar sus insanos intereses personales, pretendieron imponer a un títere en la personalidad de Sánchez Santana”. ¡Sopas! Yo no lo dije. Conste.

Definitivamente, esto no es de política; es de prestigio profesional. Nos afirman auténticos profesionistas de la tierra.

E-mail: pumageneracion_1979@yahoo.com.mx

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