Lo que viviremos el próximo domingo nos lleva a hacer algunas reflexiones que comparto contigo estimado lector. México y los que en el vivimos, valen el gran esfuerzo no solamente de ejercer un derecho y salir a votar, sino más aún, razonar el voto. México es primero y por ello debemos luchar juntos, no divididos, y mucho menos enfrentados todos los mexicanos.
Porque no es cuestión de política, sino de carácter, donde el fin común debe ser derrotar al abstencionismo y hacer a un lado, aquellos que aspiran sólo a tener una vida cómoda y beneficios fáciles y por ello venden y traicionan el interés público en pro de su provecho personal. Esa mentalidad y a los que así piensen, hay que hacerlos a un lado en beneficio de nuestro querido México.
Para ello se necesita creer de verdad en nuestro país, en la democracia, en el valor del voto, pero sobre todo, en el poder de decisión de los mexicanos. Mostrando fortaleza de espíritu, fe, pero sobre todo pasión y amor por México y por las nuevas generaciones de jóvenes, de niños, para quienes queremos un mejor país.
No podemos permitir que sigan pretendiendo que creamos que la realidad es inaccesible, que los hechos se diluyen y hacen el conocimiento imposible, lo cual reduce todo a una mera ficción. Porque se han apoyado en pretender ocultarlo todo como si viviéramos en una criptocracia y no en una democracia.
No olvidemos estimados lectores, que siempre es y será un error, dejar el propio destino en manos de la incompetencia de la otra parte. Recordar que hay quienes luchan por la gloria de una ciudad, de un estado, de un país. Pero quienes deben cuidarse del fracaso, son aquellos que luchan por su propia gloria. Sin olvidar que son los actos y no las palabras las que hablan por las personas.
Y tener en cuenta que hay a quienes su pasado les recuerda lo que fueron y eso les disminuye lo que son en el presente, pero sobre todo, lo que quieren ser en el futuro.
Es por ello que la integridad en el ser humano es muy importante, porque significa decir la verdad, cumplir las promesas y aceptar la responsabilidad por los propios errores, lo mismo en su trabajo que en su vida cotidiana. Es cuestión de ser lo que uno afirma que es y hacer lo que uno dice que hará.
Que importante, pero que difícil para muchos poder afirmar que la integridad forma parte de sus vidas. Por ello que mejor prueba de tenerla, que no utilizar deliberadamente a las personas, actuar sin doblez, sin jugar con la vanidad de las personas y mucho menos, servirse de sus debilidades o necesidades.
Porque hacerlo demuestra traición y falta de lealtad.
Amigos lectores, nuestra ciudad, nuestro país, deben seguir adelante, Para quienes en ellos nacimos, nos hemos formado, trabajado, ejercer nuestro voto es un derecho. Hagámoslo sin presiones y mucho menos chantajes. Con ese enorme deseo de que nuestro gran y querido país México, siga adelante. No olvidemos que si bien tenemos y existen derechos, eso conlleva también, obligaciones, cumplamos con ellas.
