Enfoque Educativo con Laura Águila Franco
@laura_aguila
En la lejana década de 1920, Alfred Adler, médico y psicoanalista austriaco, seguidor de Sigmund Freud y creador de la psicología individual, también fue el principal defensor de una “crianza respetuosa” hacia el niño, que lo “hiciera sentir parte importante de un grupo: familia, comunidad”, derivando de ello los orígenes de la Disciplina Positiva, alertando ya desde ese tiempo, que la sobreprotección o el consentimiento excesivo tarde o temprano se reflejaría en dificultades de comportamiento y de integración social.
Estos planteamientos de Disciplina Positiva se vieron ampliados por Rudolf Dreikurs, psicólogo austriaco y discípulo de Adler, orientándolos hacia un enfoqueeducativo que trabajó ampliamente en los EstadosUnidos, bajo el nombre de “crianza democrática”.Básicamente, Dreikurs consideraba que tanto los niños como los adolescentes que mostraban un comportamiento inadecuado, lo hacían fundamentalmente debido a “sentimientos fallidos de pertenencia a un grupo, especialmente en los ambientes familiar y escolar”, situación que propiciabala búsqueda de atención, aislamiento, y una variedad de conductas consideradas “negativas”.
Ya en la década de 1980, las psicólogas estadounidenses Jane Nelsen y Lynn Lott, son las pioneras en diseñar un modelo de “enseñanza para padres y maestros” al que denominaron Programa de Disciplina Positiva, basadas en los postulados de Adler y Dreikurs, y a través del libro que publicaron titulado “Cómo educar con firmeza y cariño”,contribuyeron a difundir a nivel mundial este modelo educativo.
Actualmente es bien sabido que las y los docentes en los centros educativos, no solamente transmiten conocimientos y desarrollan las habilidades de sus estudiantes, dentro de sus cada vez más amplias responsabilidades, también se encuentra el construir un clima positivo dentro del aula, a través del cual se favorezca el proceso de aprendizaje y la enseñanza, y en la construcción de este ambiente se encuentra la mediación en los conflictos que puedan surgir, debidos la mayoría de las ocasiones, por comportamientos inadecuados de los estudiantes, y también es necesario considerar que la forma de realizar esa mediación, deja huella tanto positiva, como negativa, en los educandos.
Principios de la Disciplina Positiva
Para que el establecimiento de este modelo educativo sea exitoso, se conocen algunos principios fundamentales, que directivos, así como las y los docentes requieren conocer:
1.- Establecer una conexión emocional. – La disciplina positiva enfatiza en la necesidad de corregir los comportamientos desde el afecto y la empatía. Eso significa que el educador debe establecer un vínculo emocional con sus alumnos, de manera que estos no perciban la corrección como un rechazo a su persona sino simplemente como un error que deben subsanar.
2.- Actuar como modelo. – Durante los primeros años de vida, los docentes también actúan como guías de los niños. La disciplina positiva favorece el desarrollo de competencias como la paciencia, el respeto, la independencia, la estabilidad emocional, la amabilidad o la escucha activa.
3.- Disciplinar desde el respeto. – Todos los niños experimentan dos necesidades psicológicas fundamentales: sentirse valioso y aceptado. Cuando los adultos los castigan o gritan, les transmiten el mensaje de que no son dignos de respeto, de manera que los pequeños se sienten desvalorizados. La disciplina positiva fomenta en los educadores eldisciplinar con firmeza, pero sin afectar la autoestima y confianza de sus estudiantes, adoptando en todo momento una actitud respetuosa.
4.- Recurrir al diálogo. – Siempre que sea posible, es recomendable recurrir al diálogo y no la imposición como método formativo, intentando llegar a acuerdos, consensuando entre todos los participantes, dejando en claro lo importante que es cumplir los acuerdos, e informando sobre las consecuencias de no efectuarlos.
5.- Destacar las buenas conductas y los logros. –Más que recurrir a las sanciones, la educación positiva propone enfocarse en los comportamientosapropiados, comprobado está que cuando el docente refuerza las conductas positivas, los estudiantes se sienten más motivados a repetirlas. Recordar que mostrar a los estudiantes diferentes alternativas de comportarse para que logren sus objetivos sin lastimar a los demás.
¿Cómo aplicar la disciplina positiva en el aula?
Como se puede apreciar, esta propuesta educativa se basa principalmente en el respeto mutuo y orienta alas y los educadores a manifestar una actitud firme, pero positiva y afectuosa con sus estudiantes, ya que el principal objetivo es lograr que los estudiantes se comporten adecuadamente y sigan las normas disciplinando con paciencia y amabilidad. De acuerdo con sus autores, este modelo es funcional ya que no solo ayuda a transformar las conductas disruptivas o inapropiadas, sino que el docente también enriquece su labor educativa, al ser un modelo de habilidades sociales para los estudiantes, quienes podrán aprender a solucionar sus conflictos de manera más asertiva (Nelsen, J. (2015). Disciplina positiva: cómo educar con firmeza y cariño. Editorial Kairós).
El modelo de disciplina positiva favorece el cimentarnormas y reglas claras dentro del aula y del centro educativo, algo esencial para el desarrollo infantil, brindándoles la estructura necesaria al conocer qué esperan los adultos de ellos, generándose con ellofiguras de autoridad amables en las que los niños pueden confiar y recurrir si tienen un problema, conociendo de antemano que serán guías para poder llegar a resolver conflictos de una manera pacífica a través del diálogo, y el respeto mutuo (Jane, N. 2019. La disciplina positiva en el aula: cómo crear un ambiente educativo respetuoso y cooperativo. Desclée de Brouwer).
