Sin lugar a dudas, para López y la 4-T, la seguridad de las mujeres en México no ha sido un tema prioritario en su agenda. Muestra clara de ello lo son los feminicidios, la desaparición de mujeres, la incontrolable inseguridad que prevalece, sin que a las autoridades respectivas les preocupe abocarse a protegerlas.
Es por ello que la violencia hacia ellas ha aumentado, así como las condiciones de vulnerabilidad se han agudizado, repercutiendo también en que haya una menor participación femenina en muchos temas y actividades.
Ante este enorme clima de inseguridad las mujeres salen con temor a las calles, a usar el transporte público para ir a sus trabajos, a sus hogares, a caminar o hacer sus compras cotidianas. Así lo muestran los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
Y al igual como López siempre tiene “otros datos”, las cifras oficiales sobre el tema de la inseguridad hacia las mujeres, presentan datos muy contundentes y preocupantes porque las diferentes formas de violencia han aumentado y cada vez las víctimas aumentan, así como los delitos que padecen.
CIFRAS PREOCUPANTES
De las 62 mil 481 víctimas mortales que se registraron en los primeros mil 703 días de esta nefasta administración de López y su 4-T, únicamente el 7 % se ha considerado como feminicidios. Cuando ha sido precisamente en esta administración en el que se han llegado a los máximos históricos en el número de mujeres, en su mayoría jóvenes y menores de edad, asesinadas de manera violenta, y de otros delitos como violaciones, acoso, hostigamiento, abuso sexual, la violencia familiar y los delitos de violencia de género.
Y aunque el porcentaje de casos de mujeres asesinadas considerados crímenes por razón de género es bajo, el análisis del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) sobre la incidencia delictiva, señala que en este gobierno se han alcanzado las mayores tasas anuales de feminicidios en la historia reciente de México.
Las mil 018 víctimas de feminicidio de un total de 3 mil 767 mujeres asesinadas al cierre de 2021, de acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) implicaron la más alta tasa de feminicidios de la última década; mientras que la segunda y tercera tasas más altas se registraron en 2013 y 2019, respectivamente.
En esa línea, en el 2022 y 2021 de igual manera implicaron la primera y segunda tasa más alta del delito de violación; y en ese mismo orden se llegó a la más alta incidencia del delito de violencia familiar, y en 2020 se registró la tercera tasa más alta.
Asimismo, al comparar los indicadores de los primeros 56 meses en los últimos tres sexenios, el informe del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) establece que, por debajo de los homicidios dolosos, las violaciones se ubican entre los delitos que más se han incrementado con el cambio de gobierno y en el caso del gobierno de Enrique Peña Nieto el alza en la tasa de violaciones fue del 42 % y del 19 % respecto al sexenio de Felipe Calderón.
En la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2022, se señala que en la incidencia de los delitos sexuales las mujeres son las más vulneradas, ya que por cada 10 delitos de este tipo en contra de ellas uno se comete en contra de hombres. Sumado a ello, que entre 2018 y 2020 se llegaron a los mayores niveles en la percepción de inseguridad de las mujeres tanto a nivel estatal, municipal y local de los últimos 10 años.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), para el segundo trimestre del 2023, se reflejó un aumento en la cantidad de mujeres que consideraron inseguro vivir en sus ciudades, registrando un 68.6 % por encima del 54.8 % que representaron los hombres encuestados.
RETROCESOS DEL GOBIERNO
La cruda realidad muestra y demuestra que las condiciones adversas para las mujeres en nuestro país, no solamente se reflejan en una mayor percepción de inseguridad, que se termina materializando en el incremento de los delitos y las violencias en su contra, sino también en los retrocesos del gobierno y las autoridades para tratar de garantizarles protección y mayores condiciones de igualdad. Una realidad que salta a la vista.
Y en los ya casi cinco años de esta administración de López, sin alcanzar a cumplir sus compromisos, en su mayoría, las medidas encaminadas a garantizar y proteger esas condiciones de plenitud, igualdad y libres de violencia, presentan retrocesos graves.
Dado que pese a los cuatro mil 289 millones de pesos destinados para programas y subsidios enfocados a prevenir y atender a las mujeres víctimas de violencia en el presupuesto del gobierno federal de 2019 a 2023, representaron un aumento del 47 % en comparación de los 2,918.3 millones de pesos destinados entre 2013-2017, la cantidad de delitos y mujeres víctimas sigue aumentando.
Contrastando con cifras del Quinto Informe de Gobierno de López, dado que, en el mismo periodo, los recursos para el Programa de Apoyo a las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas (Paimef), destinado a la prevención y atención de la violencia contra las mujeres se redujeron en un 2.4 %, al pasar mil 401.4 a mil 366.9 millones de pesos.
Muy preocupante estimados lectores que para López y su 4-T la seguridad de las mujeres no sean su prioridad y prefiera despilfarrar miles de millones en sus programas compra votantes, llamados programas sociales, que en apoyar, proteger y respaldar a las mexicanas. Y aun así Sheinbaum les pide a las mujeres que la apoyen para el 2024. ¿Lo harán?